La victoria del PP, ¿un cambio a la vista? (I)

Ya han pasado las elecciones europeas. Y eran las menos europeas de todas, ya que en casi todos los países se ha votado en clave nacional. España no ha sido una excepción. Y por eso el análisis inicial de los datos debe hacerse mirando la situación actual.

El PP gana las elecciones, pero el PSOE no las pierde del todo

Los resultados, mirados a primra vista, no dejan lugar a la duda: el Partido Popular ha ganado las elecciones europeas de forma clara. Pero luego hay que comenzar a analizar. Los resultados son estos: el PP ha ganado las elecciones con más de medio millón de votos de diferencia. Cierto que no es mucho, pero teniendo en cuenta que hablamos de una participación de menos del 50% (cuando en unos comicios nacionales nos movemos por encima del 70%), es una diferencia considerable. Ahora bien, no podemos hacer una regla de tres simple y suponer que en unos comicios a elección de presidente, el PP ganaría con una mayoría holgadísima. Lo que ocurre es que quizá el voto socialista ha dado un primer paso en su desafección de este partido socialista tan radical y tan inútil para hacer frente a la crisis económica. Pero eso no quiere decir que pasen en un futuro cercano a votar popular o a abstenerse directamente, y dar con ello la victoria a las huestes de Mariano Rajoy. El PP no ha logrado, con estos resultados, provocar un vuelco brusco de la tendencia. Lo que ha logrado es que los suyos sigan votándole, quizá más que los del PSOE a los suyos, lo que teniendo en cuenta el sectarismo habitual de la izquierda (votan lo que sea mientras sean los del 'partido'), es un gran logro, aunque aún insuficiente.

La crisis de valores acaba con 'el plan fractura'

Mitterand intentó en un momento dado la alimentación de una derecha más conservadora (no me gusta llamarla extrema derecha porque no es exactamente eso) que hiciera que el voto conservador se fracturara lo más posible y con ello aumentara el peso del socialismo más unido. Eso lo lleva intentando Zapatero desde que llegó a La Moncloa: la creación de un partido conservador que aglutine a parte del voto del PP que se sienta más descontento con la tibieza del PP en ciertos temas. El PP se siente muy cómodo hablando de economía, de impuestos, de terrorismo... pero le cuesta mucho más hacerlo de valores como la familia, la libertad de pensamiento y religión, la libertad de enseñanza, la libertad económica (que no es lo mismo que hablar de gestión económica)... Y eso lo sabe el PSOE y por eso siempre busca radicalizar su discurso de izquierdas de forma que obligue al PP a posicionarse (con lo que perderá parte del voto central o del más conservador, dependiendo de lo que elija) o bien a abstenerse de hacerlo (de forma que habrá quienes le acusen de tibio y de falto de principios). Ese sentido tiene el pseudo-matrimonio homosexual de la legislatura pasada o el aborto de esta (y por eso se guardan la eutanasia para una tercera, no hay que quemar naves que serán necesarias en el futuro).

Pero en esta ocasión ha salido un candidato en el PP que no tiene complejos en defender esos principios y que además lo ha hecho de forma inteligente, haciendo que no suponga una merma por 'el centro' (si entendemos por centro a los gallardones del PP). Mayor Oreja ha planteado un discurso según el cual el problema europeo no es sólo la crisis económica (de la que saldremos más pronto o más tarde) sino la crisis de valores. Una sociedad que ha dejado de valorar el esfuerzo como medio para lograr los objetivos es una sociedad enferma. Una sociedad que no valora la vida es una sociedad en vías de morir. Una sociedad que premia a aquel que se hace rico muy deprisa sin importar cómo. Una sociedad cuyos jóvenes sueñan no con ser personas o con aportar algo a la sociedad sino con ser rico y famoso y que tiene colas enormes para entrar en OT mientras están vacías las escuelas y las bibliotecas... es una sociedad vacía. Y eso ha sabido exponerlo Mayor Oreja de forma que cualquiera, incluyendo los de su partido, puedan entenderlo.

La exposición de valores que ha hecho Mayor ha logrado movilizar a ese electorado que se hubiese ido directamente a otros partidos (como ya indicamos aquí, Libertas o AES o Familia y Vida). Mayor Oreja es esa parte del PP que defiende valores como la vida o la familia. El resultado de estos partidos lo atestigua: Libertas tiene algo más de 22 mil votos, AES 19 mil y Familia y Vida 9 mil. En total algo más de 50 mil votos. Por los resultados, parece que la defensa de la vida (que desde luego es compartida por más de 50 mil personas en España) se ha concentrado en la candidatura del Partido Popular. Mayor Oreja ha sabido transmitir a su partido que se puede ganar unas elecciones sin hablar permanentemente de economía y paro: se puede atacar la supuesta superioridad moral de la izquierda (que curiosamente siempre que gobierna termina en corrupción y en desastre moral), se puede defender los valores que comparte la mayoría de la población (la familia, la vida, la educación, el esfuerzo, etc.) y lograr que, aunque la izquierda en pleno te llame facha, carca y homófobo, ganar unas elecciones.

Continuará...

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