El Falcon y la familia Chaves S.L.

El general De Gaulle hizo instalar en el palacio del Eliseo dos contadores para la electricidad. Uno mediría el consumo de las dependencias oficiales y el otro haría lo propio con la vivienda del Presidente de la República. Mientras que la factura del primero de los contadores sería sufragada por el Estado francés, la segunda debía ser enviada al pago de Charles De Gaulle. Parecía una medida razonable para distinguir entre lo público y lo privado. Otros muchos mandatarios han hecho lo mismo en las democracias más avanzadas (Estados Unidos, Alemania, etc.). El dinero público es de los ciudadanos que se lo dan al Estado para que con él procedan a ocuparse del Bien común. Desde este punto de vista, los gobernantes no son sino unos simples administradores. Deben dar cuenta del uso que hacen de esos bienes ante los representantes de los ciudadanos (los parlamentarios y los jueces y magistrados en última instancia).

Bill Clinton fue juzgado por el Gran Jurado no por mantener una relación extra-matrimonial como la prensa europea quiso hacernos creer para ridiculizar a la consevadora América. No, la razón fue descubrir si había habido abuso de poder de un presidente hacia una becaria y el hecho de que esa relación se hubiese producido no en las dependencias privadas del presidente, sino en el despacho oval, en las instalaciones que los ciudadanos han dejado al presidente para que se ocupe de los asuntos públicos y no de su bragueta...

Por eso es criticable el que el presidente Zapatero haya hecho uso de un Falcon del ejército para ir a los mitines del Partido Socialista. Se trata de un viaje privado, de un viaje de partido y debe ser el partido socialista el que lo pague. Pero Zapatero ya ha hecho esto en otras ocasiones: uso de un avión oficial para ir a comprar a Harrod's o a escuchar cantar a la señora a Berlín. El presidente tiene a su disposición un avión pagado por los españoles para ocuparse de los asuntos que competen a los españoles todos. Puede haber viajes que nos parezcan más o menos útiles para el bien común, pero se hacen en el desempeño de las obligaciones como presidente. Pero ¿un mitin? ¿qué tiene eso de acto del presidente del Gobierno? Se alega que otros lo hicieron en la cosa del "mierda para todos". ¿Y qué? Aunque lo hubieran hecho todos, aunque todos los presidentes hubieran hecho uso del avión presidencial para irse a comprar zapatillas a Londres (que no lo han hecho), eso no implicaría que ya estaba bien.

Y en el tiempo ha coincidido con otro escándalo más: Paula Chaves gestionó una ayuda para una empresa que fue dada por la Junta de Andalucía mientras su padre era presidente. Además, la Junta cambió la ley para que le empresa de la que era apoderada Paula Chaves pudiera cobrar la subvención. Lo que se llama hacer la ley ad hoc. De nuevo, la mezcla entre lo público y lo privado. Nepotismo en estado puro. Pensemos en EEUU, imaginemos que se descubre que un hermano de Obama es uno de los directivos de los bancos a los que la ley aprobada por Barack Obama ha rescatado. ¿Qué ocurría en el seno del partido demócrata? ¿Qué haría el Fiscal Especial? ¿Se abriría una comisión en el Congreso para aclarar la cuestión? Simplemente es que no nos imaginamos una así. A un presidente de los EEUU no se le ocurre ni por asomo el favorecer a un hermano, ni a un hijo ni a un socio comercial de hace diez años... Pero esto es España, y más concretamente el virreinato de los Chaves, donde cinco hermanos hay y 4 trabajan para la Junta de Andalucía (vale, descontemos ya a Manuel que se ha ido para Madrid).

Y algunos claman por más legislación. Pero no es un problema de legislación, es un problema de moral, de vergüenza. En países como EEUU o Inglaterra es que no se atreverían ni a salir a la calle. Aquí se les defiende, dentro del hooliganismo más atroz que de los partidos políticos ha llegado a la sociedad entera. En el Reino Unido acaba de dimitir la mitad del Parlamento por un asunto que es nada comparado con lo que tenemos aquí. ¿Importa algo? ¿Cambiará algo? Si tuviesemos una justicia digna de ese nombre (¿qué tal un Fiscal Especial al modelo americano, elegido por 2/3 del Parlamento y con cargo vitalicio para enjuiciar a los políticos llegado el caso? ¿Se lo imaginan? Desde luego que ni Zapatero usabe el Falcon ni Chaves colocaba a la niña y a los hermanísimos ni Michavila seguía en el Congreso con el chiringuito que tiene montado, que en todos los lados cuecen habas), habrían ido pasando todos por el banquillo. Pero en España, nada pasará. Luego nos quejamos de a crisis: si en un país corrupto hasta la médula no puede surgir sino crisis, como en los países del Tercer Mundo...

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