Y todavía hay más... nuevos palos a ZP y a Konstantinov

Pues sí, la Audicencia Provincial de Madrid recuerda que deteniendo a una persona, no se salvaguarda mejor sus derechos, ni se la protege jurídicamente, ni constituye un plus de seguridad, sino que, por el contrario, hemos de respetar su derecho a no ser detenido y sólo
en los casos excepcionales previstos en la Ley, se le priva de tal derecho, respetando las garantías que se otorgan a los detenidos. O sea que la excusa de que era por su seguridad se desmonta. Nadie puede ser detenido sin que exista causa suficiente para ello. Lo que hicieron los policías de ZP (porque Constatino es ZP, es Gobierno, y si no lo destituyó, se hizo entonces complice) es un simple secuestro.

Las causas de detención están claramente indicadas en el ordenamiento español (que Constantino y su policía política se pasaron por ahí): la detención en términos generales es
procedente cuando la Autoridad o agente de Policía Judicial tenga motivos racionalmente bastantes para creer en la existencia de un hecho que presente caracteres de delito, así como que los tenga también bastantes para creer que la persona a quien intente detener tuvo participación en él. Pero es que como hemos visto en el post anterior, NO HABIA PRUEBAS, era todo un invento para encontrar culpables donde no habái nada más que 'una folclórica' dolida porque su público no la había ovacionado (si se había llevado hasta al niño para que viera 'cuánto quiere a papá el pueblo'). Y ellos lo sabían (lo atestigua la sentencia): Ausencia de agresiones que fueron apreciadas por el inspector jefe acusado Javier Fernández Gómez, quien llegó a comentar al comisario acusado Rodolfo Ruiz Martínez, con fecha 24-1-05, “jefe, no se ve nada”.

Estamos hablando de un caso de los más graves que pueden ocurrir en un democracia. Decía Winston Churchill que la democracia se distingue de otros sistemas autoritarios en que si llaman a la puerta a las cinco de la mañana, sólo puede ser el lechero. En las dictaduras, en los sistemas fascistas y comunistas, si llaman a las cinco de la mañana, no es el lechero, es la policía política. Esto lo conoció España en la famosa II República de los paseíllos matutinos y las brigadas del pueblo... el marxismo en estado puro. Tenemos derecho a la libertad, a que no se nos persiga por nuestras ideas, a que tipos como Constantino y el Rodolfo este se pasen su vida alejados de cualquier cosa que suene a cargo público y autoridad. Por nuestra libertad, por la democracia.


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