¿Qué hacer con los bienes de la Iglesia?


Desde los tiempos del Vaticano II, son muchas las voces que dentro y fuera de la Iglesia abogan por una ‘iglesia de los pobres’ o una iglesia más social. Suele ponerse como ejemplo de esto las ‘riquezas de la Iglesia’, los templos, obras de arte, etc.

Esta misma discusión se planteo hace tiempo en este blog. Pero ha vuelto a la actualidad más personal con un amplio comentario de un anónimo que no puedo por menos de rebatir.

  1. Dice mi comentarista que ‘NADIE debe tener el derecho de negociar con algo que nos pertenece a TODOS, ya sean creyentes o no’. Coincido con ella (por el comentario parece que se trata de una mujer), lo que ocurre es que hay que salir al paso de aquellos que pretenden que la Iglesia renuncie a dos mil años de historia, a dos mil años de fe de tantos que han ido dando lo que tenían a la Iglesia de Dios para el culto y para su fe. Esos bienes realmente no valen nada, porque a nadie aprovechan, excepto a los amantes del arte y al mismo culto. ¿Quién compraría una casulla de hilo de oro? ¿Para ponérsela en la entrega de los Oscar’s? No tiene sentido vender algo que es patrimonio de los creyentes con la excusa de que de esta manera se puede atender a los pobres. ¿Son quizás los mismos pobres que piden a la puerta de tu casa, rico Epulón, y que tú desprecias? Que cada cual vea que puede hacer con lo suyo y deje los bienes de la Iglesia.
  2. La duda sobre si los coches del Vaticano son o no de segunda mano me parece que es una discusión bizantina. El propio Ratizinger en su libro ‘La sal de la tierra’ comenta que el que él usaba en ese momento (era Prefecto de la Doctrina de la Fe) había pertenecido a un empresario italiano y que el Vaticano había comprado por poco dinero en un concesionario. Se trataba de un coche con muchas medidas de seguridad y se presentó la oportunidad de adquirirlo a buen precio. En cualquier caso, no parece que un Obispo o cualquier otra autoridad con posibilidad de ser objeto de un atentado emplee un Corsa sino más bien un coche con posibilidad de blindaje.
  3. El Papa no tiene ningún miedo de que atenten contra él. Os contaré una anécdota del Siervo de Dios Juan Pablo II que quizá sirva de ejemplo. Se preveía que con motivo de una beatificación iban a coincidir en el Vaticano varios cientos de miles de personas y además coincidía con el cumpleaños del Pontífice. En las reuniones de preparación del acto, el Papa asistía a algunas de ellas para la supervisión de ciertos asuntos relacionados con la liturgia etc. En estas reuniones estaban entre otros las fuerzas del orden italianas que deben velar pro la seguridad en una aglomeración como aquella en Roma. Pues bien, el Santo Padre tomó la palabra y les dijo: ‘¿Sabéis que el 18 es mi cumpleaños?’ El Secretario y el responsable de Seguridad, que ya conocían bastante al Papa, le preguntaron a su vez: ‘¿Y que querría su Santidad?’ La respuesta fue: ‘Salir con el coche descubierto por la Plaza para saludar a la gente’. Los responsables de la Seguridad del Gobierno Italiano se llevaron las manos a la cabeza y Juan Pablo II calló. En las siguientes reuniones, como un niño travieso, el Papa repetía la pregunta hasta que el día de marras, y por primera vez desde hacía 11 años (exactamente desde el atentado de Alí Agca) el Santo Padre paseó por la Plaza de San Pedro sin el ‘cubo de seguridad’.

    Además, afirmas que ‘cuando la vida de Jesucristo también peligraba, por ser un personaje público y no muy querido por algunos...No creo que hubiera aceptado tener un escolta detrás de sus sandalias. Es más, dio su vida por los demás, pues sabía que algún día le matarían, pero no le importaba correr ese riesgo por salvarnos a todos, pues sabía que al morir se reuniría con es Santo Padre’. Pero olvidas algo, en otros pasajes, cuando le perseguían, se retiraba a lugares apartados ‘porque aún no había llegado su hora’. Morir, sí, pero después de gastarse la vida por amor, a Dios y a los hombres. No es valiente el que a pecho descubierto se lanza sobre las líneas enemigas, sino quien llegado el momento, tomadas todas las precauciones, entrega su vida. No es lo mismo valentía que temeridad.
  4. Es falso que la Iglesia apoyara al régimen nazi. La Iglesia, erróneamente y ya ha pedido disculpas por ello (cosa que por cierto no ha hecho el comunismo internacional cuando la URSS sí firmó un acuerdo con Hitler para repartirse Polonia y los países bálticos), intentó mantener una neutralidad en las formas para hacer la ‘vista gorda’ a los sacerdotes que se oponían a dicho régimen. Fue un error, la Iglesia debió oponerse al genocidio y liberticidio que fue el nazismo. Pero lo mismo hizo al principio con el comunismo. En ese sentido, la figura de Juan Pablo II ha sido providencial: repasó la historia de la Iglesia, él que sufrió en primera persona el régimen nazi y el comunista, abominó de ambos como inhumanos, como imposibles de seguir para un cristiano. Él llamó a los judíos ‘nuestros hermanos mayores en la fe’ (cosa que por cierto tampoco han hecho los musulmanes). La justicia de la Iglesia no es sólo justicia, es más allá: es caridad, palabra que ahora se quiere sustituir por la de ‘solidaridad’. Una caridad que implica ‘dar la vida por sus amigos’, ya que ‘nadie tiene amor más grande’. No es poder económico, ni social, ni político, que no es su función. La Iglesia, pese a que haya quien en ella se equivoque, no trata de eso. Su tema es el hombre, y nada del hombre puede serle ajeno: por eso trata de la moral, porque sólo la adecuación de la vida a la verdad (eso es la moral) puede hacer al hombre feliz.
  5. Siento que no tuvieras buenos maestros en la Iglesia. Muchas veces se puede aplicar aquello del Evangelio: ‘mirad de hacer lo que os dicen, pero no hagáis lo que hacen, ya que ellos no hacen lo que dicen’. Pero esto no nos exime de obrar el bien y de seguir al Maestro. Otra cosa es que cueste más, pero cada uno recibirá su paga… En cualquier caso, reconoces que aprendiste valores importantes de ellos.
  6. No tomes el todo por la parte: hay gente que se deja su vida por el servicio a la Iglesia de Dios. La Iglesia no permite que una familia se quede sin comer, socorre a esa familia (allí donde no hay Estado del Bienestar, allí donde no hay nadie, allí… está la Iglesia y sus ministros. Suelen ser los últimos en abandonar los países en guerra –si es que los abandonan- cuando la ONU, ONG’s y demás ya están en casa). Lo que ocurre es que muchas personas tienen una fe grande, una fe que ni yo tengo, ni tú tampoco. Una fe que les lleva a ver a Jesús realmente presente en la Eucaristía, y en dedicar para ese ‘divino invitado’ lo mejor que tienen dentro de su pobreza. En Europa, y más en España, nos hemos acostumbrado al hecho de que Dios venga cada día a nuestras vidas, a nuestros barrios. Y claro, no lo valoramos como esos pobres que sólo pueden recibir al Rey de Reyes una vez al año (no hay más sacerdotes).
  7. En este punto coincido contigo, amiga anónima: eres agraciada. Tienes una familia, gente a la que quieres y que te quiere, conoces gente que hace las cosas de buen corazón. Piensa, lo sabes, que eres agraciada porque mucho se te ha dado y Ese que te lo dio también te quiere. No es que te considere desgraciada, sino que creo (lo sé) que si le descubres serás aún más agraciada. Simplemente eso. Como sólo puedo desearte el bien, aunque no te conozca, espero que le conozcas.
No sé si lograré entenderte (nadie puede abarcar a un ser humano completo), pero en cualquier caso, no veas las cosas en términos de poder, sino en términos de ‘servir’: ‘el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos’.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Adjunto una pqueña noticia extraída de: http://www.enlasruedas.com.ve/blog/?cat=7


Ahmed Oropeza escribe en: Marcas, De Colección | 10.09.2005 a las 9:15 pm


Munich / Roma – (Especial).- Luego de una audiencia con el Papa Benedicto XVI, BMW Group realizó el pasado 5 de octubre la entrega de un BMW X5 al Santo Padre. El Dr. Michael Ganal, Miembro del Directorio de BMW AG y Marco Saltalamacchia, Presidente de BMW Italia, representaron a la compañía en la entrega oficial. El Dr. Ganal comentó: “Estamos orgullosos de haberle podido entregar al Papa Benedicto XVI un vehículo BMW”.


La entrega de este BMW X5 incrementó el número de vehículos BMW que posee el Vaticano: además de una flota de BMW C1, el Vaticano cuenta también con dos automóviles oficiales de BMW: un BMW 525ix y un BMW 740i.



PD: Quien entienda de coches, sabrá de cuanto dinero hablamos.
Anónimo ha dicho que…
No entiendo de coches, pero sabes tu la de publicidad que le generará eso a BMW... Se gastarán 100.000 € pero les reportará mucho mas como publicidad.

Si un personaje publico con necesidad de escolta, como es su santidad, lleva este vehiculo eso significa que es un coche seguro. Yo, vicepresidente de la compañia tal, me voy a comprar dicho coche porque parece seguro...


Cuando se le regala un coche a un futbolista de moda, nadie dice nada. Mira que chulo, cuanto dinero tiene, lo hace por fardar.

Cuando el "afectado" pertenece a la jerarquia de la iglesia, es otro cantar. Lo llamamos de todo menos bonito.
Anónimo ha dicho que…
Ayyy anónimo (el último). Por supuesto que es publicidad, pero cuando a Raúl, a Zidane o Ronaldinho les regalan esos coches son y somos todos bien conscientes de que se trata de puro marketing. ¿¿Quieres decir que la Iglesia no lo sabe?? Lo sabe y acepta este "donativo". Qué claro está, no vamos a vender una túnica de oro del año de Matusalen porque no tiene mucho sentido, pero un coche como estos... estoy segurísima de que lo ponen a la venta y les dura menos que un caramelo en la puerta de un colegio.

Pero bueno... tal vez el Vaticano, como los futbolistas, no lo pueda vender por compromisos publicitarios. Es un suponer... cuanto más tienen más quieren
Anónimo ha dicho que…
De acuerdo con alma cándida. De hecho, no hace mucho, un particular vendió un coche (que había comprado por poco dinero antes) que había pertenecido a el Papa Benedicto xvi, antes de ser nombrado com tal. Bueno, pues la subasta alcanzó límites impresionantes... Entonces...ya tenemos algo con la que el Vaticano podría recaudar dinero para los pobres y "hacer el bien". No hay excusa.

Adjunto una noticia (via: www.prnewswire.co.uk)



Un paseo sagrado: El coche del Papa Benedicto XVI vendido en una subasta de eBay


SAUERLAND, Alemania, May 6 /PRNewswire/ --

- Interés mundial en la última adquisición de GoldenPalace.com en eBay

Después del ferviente interés que se ha despertado en los medios de comunicación en los últimos días, GoldenPalace.com ha ganado la última subasta de eBay que, en esta ocasión, se ha convertido en uno de los fenómenos más memorables de la historia de Internet. El artículo, que ha batido todos los records de eBay al recibir más de 8,5 millones de visitantes en la página de subastas, fue un Volkswagen Golf de 1999 que antes fue propiedad del Papa Benedicto XVI. El coche sagrado ahora pertenece al casino por la cantidad de 188.938,88 euros (aprox.244.590, 83 US dólares).



PD: Wooooooooow!!!
Ayer, casualidad de la vida, un debate en Popular TV donde hablaban precisamente de las riquezas de la Iglesia y qué hacer con ellas. Sorprendían los datos: el presupuesto del Vaticano es inferior al de cualquier caja de ahorros de provincias. Más de dos tercios de ese presupuesto se emplea en obras sociales a través de las monjas de la Madre Teresa...

Lo de los coches me parece una discusión estéril. Creo que es mejor que los coches los regale BMW a que los pague el Gobierno italiano (que por los acuerdos con la Santa Sede es el responsable de la seguridad). Estamos hablando de personajes públicos y una representación institucional importante. No pueden ir en un Ibiza, deben llevar un coche con las suficientes medidas de seguridad, etc. para la persona que ocupa el cargo (que además lo deja cuando cesa).

Por último, porque me agota el tema, ¿porqué no dejan los diputados -tan preocupados ellos por los pobres- sus coches oficiales, donan el 50% de sus sueldos, se venden las sedes de los partidos políticos (en el fondo tienen menos afiliados que gente va a misa a un domingo)? Simplemente porque así no se soluciona nada y porque no cumplirían tampoco su misión. En el caso de un partido político ganar unas elecciones para ocuparse de la 'cosa pública' y en el caso de la Iglesia, predicar el evangelio, rendir culto a Dios y administrar los sacramentos.

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