El debate a tres sobre Madrid

La semana pasada se produjo en la televisión pública madrieña unos debates entre los diversos candidatos a la Alcaldía (podéis verlo aquí -y pronto los de la Comunidad-) y a la presidencia de la Comunidad. Aunque Gallardón no es santo de mi devoción, la verdad es que a Miguel Sebastián (por su falta de preparación básicamente) y a Angel Pérez (poco se puede aportar a una sociedad moderna con ideas ya trasnochadas del comunismo) se los comió con patatas. Gallardón es un animal político, y eso no se le puede negar. Echó los primeros dientes en la cosa pública y eso se nota.

Pero yo me quería centrar en la Comunidad de Madrid, donde una liberal convencida como Esperanza Aguirre se enfrentaba a dos liberticidas como Inés Sabanés y Rafael Simancas. Y digo lo de liberticidas porque en ciertos asuntos como sanidad y educación, demostraron tener escaso respeto por las decisiones de las personas. Vamos primero con la sanidad. Rafael Simancas acusó a Aguirre de que la lista de espera quirúrgica seguía siendo de más de un mes y que por tanto había mentido. La respuesta es evidente y algunos la hemos vivido ya: la Comunidad de Madrid te da un lugar y médico para operarte antes de esos treinta días, pero tú puedes decidir que quieres que te opere tu médico habitual, que como no es grave, la fecha no te viene bien, etc. Se te da la posibilidad, no la obligación de operarte. Y eso lo dejo claro Esperanza Aguirre al afirmar 'yo no pretendo obligar a nadie. Nunca he querido obligar a nadie a hacernada. Hay una diferencia entre dar la posibilidad y obligar'. Y es que de eso se trata. Algunos llevamos defendiendo la gestión privada de la Sanidad desde tiempos de la Facultad: ¿por qué tiene que ser pública la gestión de los hospitales? Uno va con su tarjetita sanitaria al hospital y la pasan por el sistema que le cobrará la factura a la Administración... ¿algún problema? Nos beneficiaríamos de lo mejor de la sanidad pública (la gratuidad) y lo mejor de la privada (la gestión eficiente). Los médicos son los mismos, pero además no funcionarios... ¿Por qué no?

Y lo mismo ocurre con la educación. Mientras la Comunidad de Madrid ha apostado por la libertad (esas fueron sus palabras a Inés Sabanés) de los padres a la hora de elegir colegio y de esta forma se han incrementado los conciertos educativos, sobre todo cuando año a año son elegidos mayoritariamente por los padres. Aguirre defendió el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos y le espetó directamente a Inés Sabanés y a Rafael Simancas, 'diga que va a hacer usted con la educación? ¿Cree usted en la educación concertada? ¿Va a retirar los conciertos'. Copio literalmente:

[Aguirre] le exigió que se posicionara "a favor o en contra" de la escuela concertada. La candidata de IU le dijo que cuando era ministra de Educación ella ya "peleaba por los institutos de San Fernando, los colegios de Madrid Sur y los de Las Rozas, por todos".

"Sí pero, ¿está a favor o en contra (de la concertada)?", le espetó en dos ocasiones la presidenta. "Yo estoy a favor de que los recursos vayan a la escuela pública. Haremos un libro blanco sobre esta cuestión", replicó Sabanés. "O sea que no lo dice", le interrumpió Aguirre.

La única respuesta fue balbuceos en ambos casos. La izquierda está en contra de la educación en libertad. Ellos apuestan por el modelo francés de dirigismo administrativo y de obligatoriedad de escolarizar a los niños allí donde la administración educativa ordena. Nada de libertad. El modelo de Aguirre destila libertad, el de Sabanés-Simancas (será IU quien mande en ese binomio como se vio antes del 'Tamayazo') destila totalitarismo comunista.