Pepe Blanco es un miserable


Es que no merece otro nombre aquel que compara a los agresores y a una persona decente, como es Gotzone Mora. Hacer una comparación entre la trayectoria política e intelectual de Gotzone y de Blanco es, como dicen en mi pueblo, 'comparar a Dios con un gitano'. Gotzone Mora es una intelectual, valiente, que ha decidido no rendirse ante el terrorismo y el nacionalismo (¿sinónimos?) que lucha por la dignidad de las víctimas. Pepe Blanco... no se le conoce una idea salvo conciábulos en la noche poco presentables (como en la FSM con los 'corrutos', ¿recuerdas, Pepe?), cobarde -porque cobarde es aquel que no soporta el mal con buen ánimo y el que ante el mal, cede- que se ha rendido junto con su jefe de filas ante la ETA.

Decir que el PP jalea 'a quien interrumpe en sesión parlamentaria al presidente del Gobierno', es una indignidad casi impropia de Blanco. Gotzone Mora increpó al Presidente del Gobierno, sí, pero lo hizo 'por alusiones' que se diría. El indecente de Zapatero afirmó que hablaba en nombre de sus compañeros del País Vasco que habían sufrido la persecución por parte de ETA. Entonces Gotzone -gracias de nuevo- se levantó y le dijo al presidente lo que otros de su partido no se atreven, pero lo piensan: 'En nombre de quien hablas, yo soy del PSOE'. Mientras la expulsaban, Gotzone seguía diciéndole a Zapatero que no le consentía que usara su sufrimiento para mantenerse en el poder. ¿Interrumpió al presidente del Gobierno? Por supuesto, pero era casi lo mínimo que debía hacer, dejarle claro, al presidente y a su cohorte de aplaudidores que le abandonarán justo cinco minutos antes de que se la pegue, que 'en mi nombre no', que no utilice su dolor.

Las declaraciones de Blanco, el perrito faldero de su señor, son de un miserable que no se ha jugado jamás la vida por la libertad como han hecho personas como Gotzone (antes con el franquismo y ahora con la ETA y el PSOE). Quizá por eso no valora la libertad de la que disfruta, como Patxi Nadie, siempre fue siervo y siervo sigue. Una pena...

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