Cataluña y Vascongadas: nacionalismo, falta de libertad y Juliana

Hay días que las noticias coinciden y esto permite asociarlas. Mientras ETA lanzaba un comunicado amenazando a Francia con hostilidades si no reconoce los 'derechos de Euskal Herria', los empresarios navarros denunciaban que la banda sigue enviando cartas de extorsión con fecha mayo de este año y matasellos de junio. Pues al mismo tiempo, la presidenta del PP de Granollers y diputada en el Parlamento de Cataluña, Ángeles Olano denunciaba que ha recibido una carta con sal y una diana.

Rsulta curioso al menos esta coincidencia en los dos sitios de España donde la libertad es un sueño a conseguir: Cataluña y el País Vasco. Esta mañana iba yo oyendo la radio (Onda Cero, que no sólo de Jiménez Losantos vive el hombre) y allí estaba un señor nacionalista catalán llamado Enric Juliana, subdirector a la sazón de La Vanguardia. Por supuesto que condena las agresiones al PP ( faltaría más, uno es demócrata), pero luego vienen los 'contextos', 'acciones pasadas', 'climas de crispación'... para que parezca que la culpa es del agredido. De hecho, ese mismo periódico afirma lo siguiente: 'Jóvenes independentistas y militantes del PP intercambian insultos y empujones tras los dos últimos incidentes con Rajoy en Catalunya'. Claro, uno lo lee y comienza así: Medio centenar de militantes populares han intercambiado hoy insultos y empujones con una decena de miembros del colectivo independentista Maulets a la salida de un mitin en un hotel de Mataró. O sea, que encima los del PP abusan ya que se ponen cincuenta contra diez. Es que mira que provocan. ¿Qué ha hecho el del PP? Copio de nuevo: un militante popular ha agitado una bandera de su partido frente al rostro de un joven independentista, que le ha replicado con un empujón. Esto es lo que Juliana justificaba esta mañana en Onda Cero.

Pero no es excepción: es lo que dice Durán y Lérida, Montilla, Otegui, Ibarretxe y otros. Coincidencia: todos son nacionalistas.

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