El futuro de Europa, a debate
Sobre el pasado no hay duda. Hoy se celebra el 50 aniversario de los primeros pasos para la creación de la Unión Europea que ha devenido Unión Eurabia, lo que quiere decir que son 50 años frente a 2000. Los líderes políticos lo están celebrando dizque “por todo lo alto” en Berlín. Beneidcto XVI, que preside una institución que ha durado más de 2000 años les ha mandado un aviso.
No hace falta se Papa para darse cuenta de que eso que llaman Unión Europea tiene un futuro más que dudoso.El Papa Benedicto XVI aprovechó ayer la conmemoración del 50 aniversario de los Tratados de Roma, acta fundacional de la UE, para reivindicar las raíces cristianas del Continente y lanzar un duro ataque contra la Europa «laicista y relativista». Dijo, entre otras cosas, que los europeos están «perdiendo la confianza en su propio porvenir» y «descuidando la identidad propia de sus pueblos, (…) que el Cristianismo ha contribuido a forjar».
Las condenas enumeradas en el mensaje del Pontífice fueron más allá de la mera reivindicación de las raíces cristianas en las actas y celebraciones oficiales de la UE. En su discurso, pronunciado frente a los representantes de los episcopados europeos, afrontó también problemas como la baja tasa de natalidad. «Europa parece encaminada por una vía que podría llevarla al fin de su historia», dijo. Y tampoco se privó de dejar un comentario sobre la burocracia y la actitud de Bruselas, asegurando que a día de hoy «no todos comparten el proceso de unificación ante la impresión difundida de que varios capítulos del proyecto europeo hayan sido escritos sin tener en cuenta las expectativas de los ciudadanos».
El Papa sostiene que el contexto es tan negativo que «hay que salvaguardar el derecho a la objeción de conciencia, cada vez que los derechos humanos fundamentales sean violados». Entre estos «derechos fundamentales», el Vaticano incluye la condena al aborto, la eutanasia y el matrimonio homosexual. Antes de acabar, el Papa llamó a los católicos a crear «una nueva Europa», «con la ayuda de Dios». Una Europa que ha de ser «realista, pero no cínica; rica de ideales y libre de ingenuas ilusiones, inspirada en la perenne y edificante verdad del Evangelio».
¿Reaccionaremos o no? 'Europa, no olvides tus raíces'
Comentarios