Educación diferenciada, ¿segregación?

En El Conservador han reeditado (gracias al editor de esta revista de pensamiento) un artículo ya publicado en Spero Press en su día, pero que cobra nueva actualidad con las decisiones del saliente gobierno nacionalsocialista de Galicia o el socialista de Asturias de negar el concierto educativo a colegios de educación diferenciada. Hay ya sentencias que niegan la constitucionalidad de esa medida de supresión del concierto, debido a que la educación diferenciada no es, en ningún caso, una segregación de los alumnos como la progresía patria (El País, ¡¡qué decadencia intelectual además de económica!!, llevaba una encuesta tendenciosa el otro día sobre la cuestión) pretende vendernos. Se trata, y así lo reconocen todos los organismos internacionales, de una simple cuestión de elección de modelo educativo.

Pero como ya hemos comentado en lo referente a las palabras el Papa o en su día a la opinión del Dr. Polaino sobre la homosexualidad, la libertad se ve amenazada de una u otra manera: todo lo que se salga de la opinión políticamente correcta que marcan los diversos lobbies progresistas está condenada a ser desde carca a fascista y homófoba. En este caso, si uno analiza las diferentes opiniones que sobre la materia mantienen los expertos en educación, vemos que hay ventajas e inconvenientes en uno u otro modelo, según que aspectos se midan o que se destaque más como importante dentro del modelo educativo. Es, como en los casos citados arriba, una discusión que debe quedar en el ámbito académico más que en el político. No todo es política, sino que hay cosas que son de otro campo y la política debería dejar libertad a educadores y familias para escoger el modelo educativo que deseen o que crean más adecuado.

Es, como por desgracia tenemos que tratar últimamente, un problema de libertad y no de ciencia: libertad para elegir, libertad para opinar, libertad para investigar. ¿Por qué la izquierda no puede soportarlo?

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