Las palabras de la Reina

De las muchas declaraciones que se citan en el libro de Pilar Urbano sobre la Reina, sólo algunas han causado revuelo. Son curiosamente aquellas que hacen referencia a la 'agenda radical' de la izquierda y que tienen que ver con la ideología de género y homosexualismo y con la cultura de la muerte. Las críticas de la izquierda radical no pueden sorprendernos, ya que todo aquel que no comulga con esas particulares ruedas de molino es un 'fascista', un 'homófobo' y un 'neocon'. Nada nuevo bajo el sol. Es la más rancia intolerancia de aquellos que reclaman 'tolerancia'. Deberían aceptar al menos que no se esté de acuerdo con ellos. De hecho, en las palabras de la Reina no hay ni por asomo ninguna crítica exagerada o fuera de tono. Copiemos.

Puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿que se sientan orgullosos por ser gays'? ¿qué se suban a una carroza y salgan a manifestaciones? Si todos los que no somos gays saliéramos en manifestación... colapsaríamos el tráfico en todas las ciudades.

Si esas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios, casarse, pueden estar en su derecho, o no según las leyes de su país; pero que a eso no lo llamen matrimonio, porque no lo es. Hay muchos nombres posibles; contrato social, contrato de unión...

¿Hay algo criticable? Critica el gusto (por otra parte lamentable) de esa apología de la cutrez que es el 'Orgullo Gay'. Porque no se trata sino de una cantidad enorme de gente vestida de mamarracho que se sube a una carroza... Con respecto al matrimonio gay, aprueba la equiparación de derechos, pero no el uso del concepto. Es sólo una opinión...

No soy partidaria de la eutanasia. La vida y la muerte no están en nuestras manos.¿Muerte digna? Totalmente de acuerdo. La persona que agoniza debe estar en las mejores condiciones, es su momento cumbre. Por mera humanidad, se le deben evitar los dolores, y para eso están los sedantes, los paliativos.

Hay que respetar a toda criatura viviente. A toda criatura que ha empezado a vivir. Y estar por la vida no es ser retrógrado. Ni es sólo cosa de los cristianos. Es seguir la ley natural. Estoy segura de que esto lo firmarían tanto Benedicto XVI, Papa católico, como Nelson Mandela, líder comunista.

Es de las pocas cosas en las que casi todas las religiones están de acuerdo, en negar el supuesto derecho al aborto. Porque la vida es sagrada, la vida es el mayor bien y no podemos ni darla ni quitarla, es un regalo que nos hace, para los creyentes Dios, para otros la Naturaleza. Si resulta que debemos no interferir en la Naturaleza con nuestras emisiones de CO2 o carreteras o... y podemos entrar en el misterio de la vida y de la muerte a destruirla a su inicio o a terminarla cuando nos peta.

En cambio, no se centran en otras palabras que son del gusto de la izquierda, y que, yo por ejemplo, no comparto: lo que tiene que ver con la guerra de Irak, con la libertad religiosa (me parece un tanto radical y no cita el derecho de los padres, aunque imagino que lo apunta), pero creo que la Reina tiene sus opiniones y es interesante el conocerlas. Hablamos de la primera dama del Estado, de una mujer que ha acompañado durante más de 40 años al Jefe del Estado... ¡¡algo interesante tendrá que decir!!