A propósito de los 'artistas'
Muy interesante (pese a las continuas interrupciones del clan de la albóndiga) el debate que tuvieron el otro día en La Noria a cuenta de si el Gobierno se aprovecha de los artistas de la zeja en su beneficio o si son estos los que se aprovechan de su apoyo al Gobierno. Mucho discutían sobre el derecho de los artistas a opinar lo que quieran en materia política, que si fueran de derechas la izquierda se los comería, que si la cultura debe ser comprometida, que si tiene gracia el que se comprometan los multimillonarios, que si ese dinero se lo han ganado tras años de trabajo...
Pero hubo un argumento que no oí a ninguno de los presentes (sobre todo a Angel Vallbey, Isabel Durán y Alfonso Rojo) y es el hecho de que los artistas son muy libres de opinar lo que quieran, de comprometerse con las ideas socialistas, de posar junto a Zapatero o junto a quien quieran, pero lo que no es de recibo es cobrar del Gobierno. Deben entender que muchos pensemos que lo hacen por la subvención que reciben. Si no recibieran un duro (un euro) de los presupuestos del Estado, si su dinero se lo ganaran con el favor del público y no con la mamandurria sociata, pues sería de lo más respetable. Desde luego, como bien ha indicado Esperanza Aguirre, tengo todo el derecho del mundo a pensar que los Víctor Manuel, Amenábar, Willy Toledo y demás zejaterío progre defienden al amo que les da de comer. ¿O no? Si quieren tener libertad, que renuncien al dinero otorgado con el poder, así serán libres de verdad... ¿o es que la alienanción es menos cuando el que paga no es un empresario sino el Gobierno, de izquierdas por supuesto?
Pero hubo un argumento que no oí a ninguno de los presentes (sobre todo a Angel Vallbey, Isabel Durán y Alfonso Rojo) y es el hecho de que los artistas son muy libres de opinar lo que quieran, de comprometerse con las ideas socialistas, de posar junto a Zapatero o junto a quien quieran, pero lo que no es de recibo es cobrar del Gobierno. Deben entender que muchos pensemos que lo hacen por la subvención que reciben. Si no recibieran un duro (un euro) de los presupuestos del Estado, si su dinero se lo ganaran con el favor del público y no con la mamandurria sociata, pues sería de lo más respetable. Desde luego, como bien ha indicado Esperanza Aguirre, tengo todo el derecho del mundo a pensar que los Víctor Manuel, Amenábar, Willy Toledo y demás zejaterío progre defienden al amo que les da de comer. ¿O no? Si quieren tener libertad, que renuncien al dinero otorgado con el poder, así serán libres de verdad... ¿o es que la alienanción es menos cuando el que paga no es un empresario sino el Gobierno, de izquierdas por supuesto?
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