Monseñor Gea le explica a José Bono

La he recibido y, tras leerla, la publico tal cual. Clarísima e interesante:

Carta abierta a D. José Bono

Monseñor José Gea Escolano, Obispo emérito de Mondoñedo-Ferrol

Sábado, 06 Feb 2010

Hace ya algún tiempo tuve el gusto de responderle a unas alusiones sobre mí que hizo en una televisión. Por las declaraciones que acaba de hacer, veo que sigue en la misma línea de entonces. Por lo que vuelvo a insistir en mi línea con una carta medio abierta, medio artículo.

Dice Ud. que «la opinión de quienes prefieren verme fuera de la Iglesia, excomulgado, condenado por herejía o ateo militante, la verdad es que no me interesa». No creo que a nadie nos interese verle excluido de la Iglesia; al contrario, pero es Ud. mismo quien se excluye.

Da la sensación de que se vincula a una iglesia que no existe. Dice que «gracias a Dios, la Iglesia es muy amplia, muy universal y muy grande». Y lo es, señor Bono, pero recuerde también que es una. No olvide que en el credo de la misa decimos: «Creo en la Santa Iglesia que es una...». Y tampoco olvide que es el credo que se proclama en la Iglesia de Roma desde los primeros siglos y que seguimos proclamando sin interrupción hasta nuestros días, sin añadir ni quitar una coma. Y en algunos actos importantes decimos: «Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar...». Supongo que también usted se gloriará de profesarla si se siente católico. No olvide que la Iglesia, además de universal y muy grande, tiene una fe única, no una fe a la carta, que es por donde me parece que va yendo usted.

También dice: «Yo aspiro a que me dejen vivir en una Iglesia en la que el mandamiento principal sea el del amor, el del perdón, el de la fraternidad, y no el del miedo». Anda, pues yo también. Pero ¿a qué miedo se refiere? ¿Miedo a que la Iglesia proclame su fe con toda claridad? Es eso lo que incomoda a mucha gente. No incomodan determinados cardenales u obispos ni el propio Papa cuando proclaman con toda claridad la fe y la moral de la Iglesia. Lo que pasa es que hay quienes, por ejemplo Ud. mismo, quieren compaginar la fe y la moral de la Iglesia con el aborto, la eutanasia, las relaciones prematrimoniales, el matrimonio homosexual... ¿Qué quieren? ¿Que la Iglesia cambie de opinión en cuestiones de fe y de moral?

Por poca formación cristiana que Ud. tenga, comprenderá que la Iglesia no puede hacerlo. Y si le niega la comunión sacramental, no es que la Iglesia lo aparte, sino que es Ud. quien se ha apartado. Porque lo admita o no, Sr. Bono, Ud. se ha situado fuera de la comunión eclesial. No comulga con la doctrina de la Iglesia y ¿qué quiere? ¿recibir el sacramento de la eucaristía, símbolo de la unión? Sea serio. Porque ¿sabe bien lo que ha hecho, Sr.Bono? Contribuir con su voto a que se asesine a miles de seres humanos.. La Iglesia califica el aborto como «crimen abominable». ¿Y quiere comulgar sin arrepentirse públicamente? Sea serio, Sr. Bono, sea serio. Y no olvide que en el pecado va la penitencia; ya lo verá.

Dice Ud. por último: «Me emociona más el ejemplo de cristianos solidarios que entregan su vida por los demás que el discurso mitinero y radical de quien sólo busca votos». Y a mí también. En cuanto a votos, a mí no me interesan. A Ud. es posible que sí. No juegue con la fe.

Y acabo con unas palabras de San Pablo: «Me maravillo de que abandonando al que os llamó por la gracia de Cristo, os paséis tan pronto a otro evangelio - no que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren deformar el Evangelio de Cristo -. Pero aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema! Como lo tenemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os anuncia un evangelio distinto del que habéis recibido, ¡sea anatema!"» (Gál. 1, 6-9).

Es el mismo apóstol que escribe las cálidas palabras del himno a la caridad en Corintios 13, que sé que le gustan mucho. Mire, Sr. Bono, una de dos, o Ud. admite que abortar voluntariamente es siempre inmoral, o si no lo admite, se sitúa frontalmente en contra de la enseñanza de la Iglesia. Esto no es cuestión de miedos ni de opresión de la jerarquía ni de afán de dominio sobre nadie. Es proclamar con claridad el mandamiento de «no matarás». Porque el aborto es un asesinato ¿no?

Con todo afecto

José Gea

Comentarios

Rafael del Barco Carreras ha dicho que…
JOSÉ BONO Y URBIS VS. CAJA SUR O LA REBAJA DEL SUELDO A LOS FUNCIONARIOS.



Rafael del Barco Carreras



24-05-10. Si a diario se añade un nombre a la Gran Corrupción, no es menos cierto que nada hay nuevo bajo el sol. Las fórmulas son las de siempre. Cuando aun no ha terminado el juicio del Caso Hacienda de Barcelona, donde se acusa a Núñez y Navarro de abaratar unos pisos a favor de inspectores de Hacienda, nos salta que Reyal-Urbis hace lo propio con el presidente del Congreso. Urbis una de las inmobiliarias clave en “Barcelona, 30 años de corrupción” y por lo tanto en este juicio. A resaltar que los Núñez son una empresa privada productiva, y Urbis ha servido de siempre para que roben políticos y financieros.



Un comentarista añade a mi escrito de ayer sobre el citado en el juicio, Antonio de la Rosa Vázquez, y su hijo, el acusado Javier de la Rosa;

“sin duda nuestra gran
preocupación es tener un país limpio, algo difícil ya que a lo
largo de la historia siempre están
ahí”,

y no es que “estén ahí”, lo abarcan todo y prácticamente han arruinado el País.



Lo de Bono no deja de ser una más de las anécdotas que si me dejan huella (y al parecer no extrañan ni ofenden demasiado a la sociedad en general) es porque a mi por mucho menos ¡muchísimo menos! tras tres años de cárcel me condenan por encubrir a Antonio de la Rosa, pura corrupción la condena y cárcel. Pero existen tantos “bonos”, de derecha e izquierda, que alguien con mi propósito, es decir, entender mi propia vida y circunstancias, me desbordarían, y a decir verdad solo involucro a mis escritos aquellos nombres que remueven, si no ya la conciencia pública, si la mediática de unos atacando y otros desmintiendo o “encubriendo”. Fórmula ésta, la de las acusaciones cruzadas, que permite tejer un tapiz bastante completo de lo que sucedió o sucede.



Y sin relación aparente, aunque mucha a mi entender, se interviene Caja Sur. Otro nombre, Castillejo, un cura. De entrada se me ocurre que esa intervención, sumada a otras cajas y caixas, en lo que se ha llamado “intervenciones virtuales”, dejan sin sentido las cifras del famoso decreto en que se rebaja el sueldo de los funcionarios. Por de pronto, se dice, en Caja Sur 500 millones de euros, que serán el doble, triple o más. La Caixa de Cataluña de Narcís Serra, con cifras antes de la fusión de 60.000 millones de euros de “activos” y en práctica “intervención virtual”, necesita y necesitará tras la fusión más que los 15.000 millones de ahorro de las medidas anticrisis de Zapatero.



Algún creyente del Sistema me contestará que no tiene nada que ver la rebaja del déficit público con las regulaciones e intervenciones en el Sistema Financiero. Un empacho jurídico o de simples cursillos de economía conducen a esa conclusión. Pero en nuestro País, todo concluye en una “caja única”, Banco de España, y el Sistema Financiero no solo ha desestabilizado los ya imposibles Presupuestos Generales del Estado (o viceversa), sino amenaza acabar con ese “estado del bienestar” tan discurseado.



Nunca tan pocos acabaron con tanto esfuerzo ajeno.

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