Las feminazis comecuras
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Claro, que un pequeño Estado como el Vaticano tenga voz y voto en las Asambleas y cumbres, les toca en pitiminí a nuestras feministas de cuota y subvención. Y así, liberadas ya del yugo masculino, dueñas de su propia sexualidad (¡qué cosa más triste! Con lo bueno que es la alteridad y la complementariedad, ellas se lo pierden), se proponen ahora, como antes sus padres ideológicos de la cheká, acabar con los curas.
¿Los argumentos? Si a la basura de la ideología de género la podemos denominar argumentos, son simplemente de risa. Resulta que las religiones tienen una opinión diferente sobre los derechos reproductivos (sic) de la mujer. En lugar de debatir, de convencer a otros países (como por cierto hace el Vaticano), lo que se les ocurre a las feminazis patrias es ¡qué prohíban al Vaticano participar! Todo muy democrático, todo muy tolerante.
Seas o no creyente, lo que es evidente es que los supuestos derechos reproductivos de la mujer son discutidos (al menos en la formulación que hace la ideología de género al uso) por todas las concepciones religiosas existentes. Puedes coincidir o no con esas visiones de la cuestión, pero lo que no tiene sentido es querer acallarlas. ¿Dónde está entonces la libertad de aquellos que creemos en esa religión? ¿Tenemos menos derechos que los demás? Al parecer de nuestras feminazis, somos judíos a los que hay que marcar... Todo muy democrático, al parecer.
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