¿Por qué no haré huelga el 29/09?

Vaya por delante que creo que la labor de los sindicatos y de los representantes de los trabajadores (yo mismo lo soy en mi empresa) es imprescindible para salvaguardar los intereses y derechos de los trabajadores. Nadie (ni el empresario que contrata) puede tener un poder absoluto en una relación entre dos. Pero estos sindicatos no son útiles en una sociedad globalizada como la actual: las relaciones deben ser entre los trabajadores de una empresa y la dirección de la misma. Ambos buscan lo mismo: que la empresa vaya bien, que se mantengan los puestos de trabajo y que ganen todos mucho dinero. En cada momento, y dependiendo de las condiciones de la empresa en el mercado, sus resultados, etc. unas condiciones u otras podrán ser pactadas entre unos y otros. En algunos casos la empresa irá bien y podrá pactar un reparto de beneficios entre los empleados, en otro caso la empresa no irá también y podrán pactar rebajas o congelación de los salarios (con el compromiso de recuperar lo perdido tras la 'mala racha')... Pero el convenio colectivo lo impide: es a esa ley a la que debe someterse el empleador, y si está por encima, nada tiene que negociar con los representantes de los trabajadores. Ninguno lo incumple, pero no se puede pactar nada desde ahí; si el empleador quiere, lo dará, pero no tiene obligación de negociar con los representantes de los trabajadores: son la patronal y los sindicatos quienes negocian por uno y por los otros...

Nada de eso cambia, la reformilla laboral de ZP deja las cosas igual en ese punto: las cúpulas sindicales seguirán negociando por mí sin que yo les haya elegido. La patronal seguirá negociando a nivel nacional sin tener en cuenta las diferencias entre una empresa afincada en Madrid y una de Albacete, si la empresa gana dinero o si lo está perdiendo, si tiene 50 empleados o 300 (ambas medianas empresas). La legislación no obliga ni favorece los convenios de empresa, de cada empresa.

Por tanto, ir a la huelga es 'darle una patada en el culo de Zapatero pero en el culo de la empresa'. Muy rebuscado. Ir a la huelga es estar a favor de que estos sindicatos sustituyan a los trabajadores en sus intereses. Unos sindicatos que no han hecho nada hasta que cinco millones de compatriotas están sin empleo. Las relaciones laborales hoy deben cambiar, pero ni unos ni otros van a cambiar nada porque ¿a qué van a dedicarse si no han trabajado en su vida? Debemos los trabajadores defender hoy que nos devuelvan la voz, que la legislación haga necesaria y conveniente la negociación en el seno de las empresas, para que los sindicatos sean apoyo a esas negociaciones y no obstáculo a las mismas... ¿Ambicioso? Sí, pero de otro modo estamos condenados a no salir nunca de las crisis en las que entremos... Por eso, porque nada cambia en lo sustancial (más o menos días para ¡¡despedirte!! nada de contratación), no iré a la huelga el 29 de septiembre...

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