Epc: El Supremo da la razón a los padres

Estaban muy contentos en el PSOE y en sus terminales mediáticos porque el Tribunal Supremo negaba el derecho de los padres a objetar a Educación para la Ciudadanía (EpC), pero las filtraciones que desde el alto tribunal llegaban afirmaban que, aunque se negaba ese derecho, se negaba al Estado el derecho de adoctrinar a los niños en la escuela. Eso obligaría al Gobierno a retirar todos aquellos contenidos que puedan ser considerados como adoctrinadores. De esta manera, se abría paso la posibilidad de recurrir contenidos concretos, manuales, etc. Ya lo habíamos indicado y hoy ya se ha conocido que la obligación de cursar la asignatura no permite que a través de estos curriculos se introduzcan valores que corresponde a los padres transmitir. Esto es claramente una victoria de todos aquellos que hemos objetado. Porque si la sentencia no permite que se introduzcan contenidos como la ideología de género o el homosexualismo o la definición de familia, ¿qué sentido tiene ya para un Gobierno que simplemente había hecho de estos contenidos la razón de se de la asignatura? Si finalmente los padres pueden elegir qué contenidos se enseñan y cuáles deben ser retirados, ¿querrá el Gobierno mantener una asignatura que se enseñe en cada sitio de una manera dependiendo del ideario del centro y obligando a los profesores de la enseñanza pública a ser exquisitos en la 'neutralidad que corresponde a un estado aconfesional', siendo ellos los responsables de lo que se enseña y arriesgándose a verse en los Tribunales? ¿No será más lógico retirar la asignatura o bien pactac claramente los contenidos? Desde luego, esta es una victoria del movimiento objetor, que ve así cómo se obliga al Gobierno a sacar sus 'sucias manos' de la mente y el alma de nuestros hijos. Habrá que estar atento, como decíamos, escuale por escuela y manual por manual. Una lucha apasionante.

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