Y el aspecto político de la sentencia...

Acabamos de hablar del aspecto legal de la sentencia contra Jimenez Losantos, pero hay otro asepcto que es quizá el que ha primado aquí: el político. Todo el mundo sabe de las declaradas ambiciones del Alcalde de Madrid para ser presidente del Gobierno. Alberto Ruiz Gallardón no ha negado nunca que quiere ser presidente del Gobierno de España. Así, ha buscado en estos años los apoyos de aquellos poderes fácticos que puedan hacerle lograr su propósito. De este modo, ha ido limando aquellos aspectos de su biografía o de su política que pueda chocar con la parte más de centro izquierda de la sociedad y los medios, de forma que le permitan pasar por 'un hombre de centro' ante la opinión pública. La realidad es que lo ha logrado. Tiene una maravillosa prensa ante aquellos que jamás votarán al PP, pero que sostienen un poder total en la opinión pública. Así, pese a los insultos que los medios de PRISA han dedicado a sus compañeros de partido ('crispadores', sembaradores de odio, asesinos de niños, genocidas, enemigos de la libertad, etc.), Ruiz Gallardón ha seguido siendo la 'derecha moderna' por la que suspiraban.

Y si hay un enemigo declarado de todo ese grupo de medios ha sido, y es, Federico Jiménez Losantos. No han pasado ni 24 horas de la sentencia para que ya empiecen en CNN+, en Cuatro y en otros medios a segarle la hierba bajo los pies. Así, los Obispos se habrían reunido para plantearse la continuidad o no del locutor tras la sentencia y otros enfrentamientos con algunos purpurados (el enfrentamiento con el Nuncio, y sobre todo, con Martínez Sistach y el Abad de Montserrat). Ante esa posibilidad, ya los trabajadores de la COPE emitieron una nota de apoyo a quien ha ehcho posible la viabilidad de la cadena. Resulta curioso que los que más furibundamente atacan a los Obispos (e incluso se preocupan por su alma) sean aquellos que llevan años sin pisar una Iglesia (y que no tienen intención de hacerlo) y que insultan al Papa, se mofan de la fe... Y si hablamos de algunos presuntos teólogos la cosa se pone mucho más divertida: son los mismos que cuestionan la autoridad del Papa y de los Obispos sobre sus opiniones sobre la fe y moral de la Iglesia, y que quieren que los Obispos hagan ahora un 'gesto de autoridad' con el periodista.

De este modo, con una querella sin fundamento pero que ha encontrado un apoyo inesperado en una juez dócil, Alberto Ruiz Gallardón demuestra que puede con un periodista y que es de fiar para la causa... Lamentable espectáculo.