El Gobierno, de nuevo contra la familia... ahora la luz
Nuestro Gobierno tiene como claro objetivo el terminar en la medida de lo posible con el concepto de familia. De ahí leyes como el divorcio-express, ampliaciones del aborto, pseudo-matrimonio gay, equiparar familia y 'unidad familiar', y, como estrella de todo esto, la Educación para la Ciudadanía, donde la familia queda reducida a una estructura cultural opresora. Para llevar a cabo toda esta labor, no se repara en medios y uno de ellos, fácil y sencillo, es ahogar la economía de las familias, de forma que sea más rentable no tener hijos que tenerlos, que las familias (y especialmente las numerosas) estemos socialmente penadas como 'insolidarias', 'locos que tienen muchos hijos' o 'fanáticos religiosos'.
Y una de esas medidas viene de la mano de Miguel Sebástián (en Chueca le llamaban 'nuestro candidato') que ha decidido penalizar el consumo de energía eléctrica. Hasta ahí parece correcto: en un momento de recesión, ante un aumento en los costes energéticos, parece lógico que los que más consumen paguen más. Eso ya se hizo con el agua mediante los tramos, etc. Y para paliar la medida los que tengan poca potencia contratada se verán premiados con una reducción. Ahora bien, y ahí está la trampa, no se tiene en cuenta en esa subida por consumo, el consumo per cápita. No es lo mismo un hogar donde vivan 2 personas (los ya conocidos como dinkies -doubles ingress, no kids-) y consuman 100 que una familia con 6 miembros y que consuman los mismos 100. En un caso hablamos de 50 per cápita y en el otro de 16. La diferencia es considerable. Los primeros pueden estar malgastando en equipos de alta fidelidad, fiestas y demás zarandajas su electricidad mientras una familia de 6 miembros esta ahorrando con sus lavadoras, secadoras y demás para simplemente vivir.
Una vez más, las familias, y las numerosas en particular, son las que pagan la imprevisión, el sectarismo y la dejadez de un gobierno que no sabe cómo salir de la crisis...
Y una de esas medidas viene de la mano de Miguel Sebástián (en Chueca le llamaban 'nuestro candidato') que ha decidido penalizar el consumo de energía eléctrica. Hasta ahí parece correcto: en un momento de recesión, ante un aumento en los costes energéticos, parece lógico que los que más consumen paguen más. Eso ya se hizo con el agua mediante los tramos, etc. Y para paliar la medida los que tengan poca potencia contratada se verán premiados con una reducción. Ahora bien, y ahí está la trampa, no se tiene en cuenta en esa subida por consumo, el consumo per cápita. No es lo mismo un hogar donde vivan 2 personas (los ya conocidos como dinkies -doubles ingress, no kids-) y consuman 100 que una familia con 6 miembros y que consuman los mismos 100. En un caso hablamos de 50 per cápita y en el otro de 16. La diferencia es considerable. Los primeros pueden estar malgastando en equipos de alta fidelidad, fiestas y demás zarandajas su electricidad mientras una familia de 6 miembros esta ahorrando con sus lavadoras, secadoras y demás para simplemente vivir.
Una vez más, las familias, y las numerosas en particular, son las que pagan la imprevisión, el sectarismo y la dejadez de un gobierno que no sabe cómo salir de la crisis...
Comentarios
Desnaturalizar el individuo es hacerlo vulnerable. Por eso el relativismo absoluto del que esta gente hace gala les da tan buenos resultados.
Saludos