¿Qué se puede hacer con el combustible?

Esta crisis que estamos viviendo, aunque al Gobierno no le guste llamarla así, tiene unos tintes dramáticos. La subida de las hipotecas está haciendo (y lo hará mucho más en el futuro) que muchas familias ya no puedan pagar la hipoteca lo que provocará una salida al mercado de multitud de viviendas que no encontrarán comprador y que hará de los bancos la mayor inmobiliaria del país. De ahí que estén intentando los bancos la renegociación de las condiciones de las hipotecas: ellos necesitan de los hipotecados tanto los ciudadanos de los bancos. Están condenados a entenderse.

Pero uno de los elementos más destacados, y que ha provocado el desarrollo de la crisis, es la subida del petróleo gracias a que está en mano de dictaduras a cual más terrorífica (de los países de la OPEP, ni uno es una democracia al estilo occidental) y que emplean el petróleo como elemento de chantaje a Occidente.

Europa y América (y de ahí el resto de países) tienen una dependencia energética tal del petróleo que esa subida de precios debe ser pagada sin remedio salvo que se pretenda parar la producción industrial, social, etc. Quizá por el hecho de estar rodeado de esos países de los que hablábamos, de estar en permanente amenaza por esas dictaduras sanguinarias, Israel ha comenzado a poner coto a esto: en el 2010 todos los vehículos serán eléctricos y se ha comenzado ya la renovación de garajes, 'gasolineras', etc, para evitar esa dependencia del petróleo (pensemos que las repúblicas árabes dejaran de proveer de petróleo a Israel... y le atacasen militarmente. Su desaparición). Esa es una medida que puede en el medio y largo plazo frenar la crisis: reducir la dependencia energética de forma drástica. Para ello hay que abaratar los coches eléctricos, forzar vía exenciones la renovación de los vehículos y de las fábricas de los mismos, etc. El Estado no debe dar el dinero, sino hacer que aquellas empresas que se renueven, tenagn esas exenciones de impuestos y costas sociales. Como siempre, menos Estado.

Y una medida rápida, que ya Sarkozy está explorando, es reducir los impuestos sobre los hidrocarburos. La huelga que estamos sufriendo terminará con la repercusión del coste del combustible en los productos finales (no hay otra solución y la marca el mismo mercado). Ahora bien, si el Estado renuncia a parte del 80% del valor de cada litro que se lleva y lo deja en un 40% (y si el coche es eléctrico con generación natural -sol, dinámo, etc.- se puede hacer que sea 0% con lo que el aumento de precios sería de esa magnitud) simplemente: ¿cuánto frenaríamos la inflación?

En fin, que estamos ante una crisis de magnitudes enormes, y sólo valentía para afrontarla y no demagogia populista (que ya sabemos en Argentina hasta donde llevó), hará que salgamos cuanto antes de ella.

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