Uriarte: 'el que escandalizare a uno de estos pequeños...'

El que escandalizare a uno de estos pequeños más le valdría que le atasen una piedra de molino al cuello y lo echasen al mar (Mt. 18, 6). Me ha venido a la memoria esta frase tras escuchar a Monseñor Uriarte decir que para acabar con ETA hay que aplicar el diálogo y que aplicar la ley puede ser 'solventar las diferencias políticas mediante la simple aplicación de la ley vigente'. Porque si este discurso uno se lo oye a Urkullu o a Otegui, pues uno no se sorprende, ya se sabe que los nacionalistas adoran al ídolo del pueblo o la nación. Pero oír a un prelado decir que 'en una coyuntura en la que se percibe la tentación de solventar las sensibles diferencias políticas existentes entre nosotros mediante la simple aplicación de la ley vigente, la comunidad cristiana apuesta por resolver los conflictos mediante la palabra', y afirma que él 'practicará y reclamará el diálogo como camino ineludible hacia la paz', a uno le produce un temblor por la espalda. Porque el crimen es crimen, y considerar, como hace al dejar caer que para atajar 'el mal abominable del terrorismo' no se puede 'permitir la aplicación de la tortura', hace suponer que el prelado donostiarra cree que aplicar la ley a los terroristas es una 'clase de tortura'. ¿Pero en serio este señor es Obispo de la Iglesia Católica? Porque Católica significa universal, donde todo hombre es hermano de otro (ya no hay ni judío ni griego, ni esclavo ni libre (y yo añadiría ni vasco ni español) sino una única raza de los hijos de Dios), donde por encima de mi pueblo está el ser hijos de un mismo Padre. Si uno oye a Uriarte (y a otros como él en otros muchos sitios), uno puede llegar a pensar que existe la Iglesia vasca (totalmente diferente de la de Burgos) fundada por Cristo y que lo que se produce allí es prácticamente una persecución religiosa por parte de un invasor.

Desde luego, oyendo a Uriarte, y si no fuera porque uno tiene algo de formación y porque la Iglesia es algo muy diferente que los hombres que la componen, uno se borraría de esta Iglesia. Si alguien tiene que buscar el amor al prójimo y la justicia en las palabras de Uriarte para moverse a la conversión que lo olvide... no lo encontrará. Como dijo ya el Siervo de Dios Juan Pablo II, el nacionalismo es el nuevo paganismo. Al dios patria y nación se le entrega el alma... ¡qué triste entregar la vida y renunciar a tanto para convertirse en brujo de la tribu! Lo dicho, el que escandalizare...