11-M: empezar de nuevo

El Supremo ha dictado sentencia: nadie cometió ni organizó el 11-M. Ya no queda nadie que lo hiciera. Nadie lo ideó. No hay autor intelectual, no hay preparación del atentado... Las condenas: por tráfico de explosivos y a uno por autor material. Y a ese, no todos lo reconocen como tal entre los testigos. La única salida honorable hoy sería empezar de nuevo, comenzar una investigación, hacer justicia a las víctimas. Un país no puede seguir subsistiendo si no sabe quien ideó y preparó una matanza para cambiar al gobierno y con él a toda la sociedad. Pero no puede porque mañana habrá otra que haga lo propio en uno u otro sentido. Estamos en manos de aquellos que idearon ese 11-M, porque ¿qué les impide volverlo a hacer? Han salido impunes.

Hoy no sabemos quién ha sido. Al-Qeda ha quedado descartado. Estas imágenes nos exigen saber la verdad. Independiente del partido que sea, del grupo al que uno pertenezca. Saber la verdad, hacer frente a la misma con valentía... difícil misión.



Muchos creerán que esto es una 'derrota mal asimilada', pero nada de eso. Lo que demostró el 11-M es la casta política que tenemos: ignominiosa. Mientras unos querían que fuera una banda para ganar las elecciones, otros querían que fuera otra. ¿Qué más da quien empezara? Recordemos, no fueron capaces esos días, con casi 200 muertos en sus velatorios, de ponerse de acuerdo para liderar a la sociedad. ¿Nos extraña hoy que el terrorismo sea empleado como arma entre unos contra otros? Da náuseas recordar a Rubalcaba llamando a asaltar las sedes del PP, como da vergüenza el ver a los líderes del PP llevando la voz cantante en la investigación. ¿Cómo se hace en otros países (y eso que no estaban de elecciones!!)? El Londres, tras el atentado, hablaba el portavoz de Scotland Yard y nadie más. ¿No se trataba de dar datos sobre la investigación? Pues un alto funcionario habla y los políticos, callan.

Pero ese día España se rompió junto a los trenes. La imagen del vagón partido en dos es la imagen de España: de una España que no importa quien comenzó a partir y que ninguno quiere recomponer. Es necesario saber la verdad, aunque duela, aunque suponga más ignominia para muchos. Debemos saber la verdad, no podemos vivir sin ello. Ya sabemos qué no fue: no fue ETA, no fue Al-Qeda, no fue Irak... ¿Entonces qué? ¿Entonces quien?

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