Epc: es cuestión de libertad


Veo que la discusión parece animarse. Efectivamente, los libros (junto con los profesores que la impartan) serán claves en la manera en que se impongan las ideologías en las mentes infantiles.

Dicho esto, creo que se sigue sin entender el problema de fondo: NO SON los contenidos en problema, SINO LA MISMA EXISTENCIA de la asignatura. Decentes lo ha explicado en este mismo post: cada padre debe decidir la educación moral de sus hijos.

Evidentemente, todo educa, y la escuela también, pero deben ser los padres los que elijan esa escuela. Realmente, esta es la clave del problema: la libertad de elección de centro viene siendo conculcada desde la LODE. Un niño está sometido a 'baremación' para entrar en el colegio elegido por sus padres. Esto provoca una desviación del 'el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones'. De esta forma ocurre que se obliga a los colegios concertados a 'reservar' unas plazas para que la inspección educativa derive alumnos, dejando a los padres con menos oferta de plazas. Los conciertos son 'graciosas donaciones' del Estado y no derecho de los padres (como debería ser) a elegir la educación de sus hijos. Los conciertos (si es que se elige esta opción en lugar de la más lógica del cheque escolar) deberían adecuarse a la demanda de los padres por un colegio determinado y si éste está capacitado (tiene es espacio adecuado) para ofertarlas, pues que automáticamente se otorgue (que palabra más horrenda para referirnos a un derecho inalienable de los padres) ese concierto.

Si esto fuera así, y los padres pudiesen elegir el centro y el tipo de educación de sus hijos sin más cortapisas que el acuerdo entre el centro escolar y la familia, pues, sinceramente, que pongan la asignatura que quieran que ya intentaré yo que no adoctrinen a mis hijos en cosas que yo no desee... Pero es que esto no es así, y los padres no podemos elegir libremente.

No se trata solamente de un problema con la asignatura (que es un problema) sino con un sistema educativo estatista, que no está dispuesto a cambiar ni derecha ni izquierda, ya que supondría un problema organizativo de plazas escolares y un enfrentamiento con los funcionarios, por ejemplo, ya que sus puestos y destinos estarían en función de la calidad que los padres evaluarían llevando o no a sus hijos a estas escuelas... Libertad en suma.

No quiero dejar de pasar el comentario, totalmente sofista, de Grendel sobre el Islam: el límite siempre es la ley y no creo que el cristianismo (base de la cultura occidental junto con otras corrientes de pensamiento) enseñe nada que vaya contra la ley. Si un musulmán enseña una cosa que va contra las leyes del país, deberá ser perseguida esa enseñanza judicialmente y cerrada la mezquita, si le realizan la ablación a una niña se deberá retirar la custodia (como un padre que maltrate a su hija de cualquier otro modo). No es eso lo que se discute aquí. Nadie ha hablado de enseñar a los niños que deben golpear a los homosexuales, sino de la calificación moral de los actos sexuales (dejando siempre claro el respeto que toda persona, no sólo por ser persona, para un cristiano es más, sino por ser hijo de Dios y haber merecido toda la Sangre del mismo Dios hecho hombre).

En fin, que no se trata de contenidos, sino de libertad, de no intromisión del Estado en mi vida y en la de mi familia, me parezcan bien o mal los contenidos.

Comentarios

Decentes ha dicho que…
Exactamente, totalmente de acuerdo.

Aunque a nosotros, en particular, no nos gusta ni un pelo el contenido que se pretende dar a la asignatura, el problema fundamental, no está como bien dices en el contenido, sino en la asignatura en sí.

Saludos
Anónimo ha dicho que…
Sólo unos apuntes que me gustaría que me contestases:

-Dices: “No quiero dejar de pasar el comentario, totalmente sofista, de Grendel sobre el Islam: el límite siempre es la ley”. Tú mismo estás diciendo que no vale todo en enseñanza, y que existen unos límites (la ley). ¿No consideras necesario que, en el ejemplo que te puse (aunque tú digas que es sofista), un niño musulmán que acceda a la enseñanza pública conozca que existen una serie de derechos inalienables a todos como pueden ser la igualdad o la libertad religiosa? ¿Qué problema hay en que se dé una educación cívica de mínimos para cualquier confesión, cultura y origen de los alumnos, como método para uniformizar unos criterios mínimos basados en el “patriotismo constitucional”, la democracia y la Declaración Universal de Derechos Humanos”?

-Por otra parte, dices: “que no se trata de contenidos, sino de libertad, de no intromisión del Estado en mi vida y en la de mi familia, me parezcan bien o mal los contenidos”. ¿Cómo puedes, entonces, compaginar esta postura y no ver mal entonces la asignatura de religión (sea obligatoria, optativa, evaluable o no)? De hecho, si nos ponemos extremos, ¿estarías en contra de la enseñanza básica como obligatoria, tal y como dice la Constitución?, porque que sea obligatoria no deja de ser una intromisión del Estado en nuestras vidas.

-Por último, no quiero dejar pasar la ocasión de resaltar otra incongruencia en la Iglesia católica: en el documento que entregaron en 2004 al Ministerio de Educación con sus propuestas para la reforma de la ley escolar, los obispos decían:

“Se ha de recordar que corresponde al legislador determinar cuáles son las materias o asignaturas que se deben impartir en la enseñanza escolar, y no debe dejarse al capricho o interés particular de los alumnos recibir o no una determinada asignatura […], la última palabra, en definitiva, la tendrían los tribunales de justicia, constitucionalmente encargados de interpretar y aplicar las leyes”.

De nuevo me pregunto (y la pregunta no es solo a la Iglesia católica): ¿interés real en el derecho a la educación o excusa para atacar al Gobierno de turno?
Disculpa Grendel por no responder antes...

Pero me gustaría responder:

Sabes tan bien como yo, y todos los libros de texto coinciden, en que no hablamos de 'patriotismo constitucional', sino de educación en valores, lo que desde luego excede la labor del Gobierno.

No estoy en contra de la asignatura de religión si es voluntaria, y si EpC fuera voluntaria no habría el más mínimo problema ya que con no escogerla. Cuando ZP dice que la fe no se impone, lo dice mientras nos impone la suya (laicismo militante). Nadie ha hablado nunca en más de 30 años de democracia de 'imponer la fe'. Y sí, estoy en contra de la escolarización obligatoria ya que provoca que haya que mantener a chavales que no quieren o no valen para estudiar durante años y años. Mira que digo escolarización que no educación: me parece bien que a nivel de conocimientos se exija a los padres que proporcionen a sus hijos unos estudios mínimos. Ahora bien, ¿necesariamente en la escuela clásica? Ese es el primer paso para proceder a regular dónde y quién va a enseñarles...

Mi posición sobre el Estado, ya sé que no coincidiremos, es que cuanto más pequeño y menos cosas haga, mejor para la libertad de todos.

Sobre el documento de los Obispos, no veo dónde está el problema: debe ser el legislador quien dictamine las materias a cursar por los alumnos y deben ser los tribunales quienes digan qué es o no constitucional: el legislador pone una materia que se considera inconstitucional por parte de la población y ésta objeta (derecho reconocido constitucionalmente) a expensas de lo que diga el TC (o el de Derechos Humanos) sobre la cuestión. ¿Por qué no paralizan la puesta en marcha de la asignatura hasta que decidan los tribunales?

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