Enrique Serrano, de Presidencia del Gobierno, miente


Pues sí, siguiendo la costumbre habitual de nuestro Gobierno, he recibido un correo de la Presidencia del Gobierno, en respuesta al que envíe sobre la Ley de Reproducción Asistida al mismo presidente. Dice el señor Serrano:

A ese respecto, puedo informarle que con esta iniciativa legislativa se pretende regular el uso de las técnicas de reproducción asistida humana, para ayudar a tener hijos a las personas que, deseándolos, no pueden tenerlos por problemas de fertilidad, de dificultad de implantación u otros. Asimismo, se trata de facilitar, con todos los controles y garantías, ayuda a las familias cuya única esperanza de vida de un hijo enfermo incurable reside en tener otro hijo que pueda ser donante del primero.
Pero olvida subrayar que para llegar a hacer ese hijo compatible hay que desechar unos 10 hijos no compatibles cuyo destino será la basura (en el mejor de los casos) o la investigación (pasando a ser cobayas humanas). Sigue mintiendo Don Enrique:

Me gustaría subrayarle que esta norma no contempla, en absoluto, la clonación humana, sino que la prohíbe expresamente, tal y como se recoge en el apartado 1 del artículo 3 del proyecto. Tampoco permite producir embriones humanos destinados a la investigación.
Esto es más falso que un Judas de plástico, ya que en ese apartado y artículo se prohibe la clonación reproductiva, no la que ellos llaman, falaz y torticeramente, terapéutica. Si quieren prohibir la clonación, basta con decir que "se prohibe la clonación humana" así sin adjetivos.

Finalmente, puedo asegurarle que esta Ley no legalizará la fecundación de ovocitos animales con esperma humano, ya que el proyecto, en su artículo 25, prohíbe expresamente la producción de híbridos interespecíficos, salvo en los casos claramente limitados, con fines médicos, que ya permite la normativa vigente desde el año 1988.
O sea que como ya lo había aprobado otro Gobierno socialista, la aberración se mantiene. Esto es de locos.

La nueva Ley permitirá hacer diagnósticos de los embriones antes de implantarlos, para seleccionar aquellos que permitan a la criatura que va a nacer ser donante de un familiar nacido antes con una enfermedad hereditaria incurable. Esto abrirá la posibilidad de que un hermano nacido con esta técnica de reproducción pueda salvar la vida de otro que, en ausencia de esta solución, moriría sin remedio. Además, se garantiza que esta técnica sólo se utilice para esta finalidad al limitar su práctica a la autorización expresa, caso a caso, por la autoridad sanitaria correspondiente, previo informe favorable de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida.
Se insiste sobre lo mismo. Mucha lágrima sentimentaloide sociata: que si el otro moriría sin remedio, que además se garantiza y patatín y patatán. Pero lo que se ignora conscientemente es que morirán decenas de niños para encontrar ese uno. Una vez una madre que quería abortar a su hijo no nacido recibió esta respuesta de su ginecólogo: Mire, yo no puedo practicarle un aborto, pero si usted quiere, me trae a otro de sus hijos y yo le inyecto algo... La buena mujer se negó escandalizada, a lo que este médico le contestó: precisamente eso mismo pretendía usted hacer con ese hijo que lleva dentro. Mataremos a 10 hermanos para salvar a uno y eso que a lo mejor, del siguiente hijo nacido de esa misma pareja, nace el compatible.

Informaicón sobre el embrión, aquí.

Además afirma que no proliferarán los embriones para investigación, cuando la realidad es que “el texto original de la ley está claro que se permite la eliminación de toda traba a la producción de seres humanos en fase embrionaria, lo cual implica su proliferación y por tanto su entrega a los laboratorios para su experimentación”, afirma HazteOir.org. Otra sarta de mentiras a añadir a nuestro Gobierno, y van...

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