Y si molestan las viñetas,¿ por qué no esto?

Digo yo que si vamos a respetar las creencias de todos los creyentes de todas las religiones, seguro que esta propuesta que ha hecho en Opus Dei en Estados Unidos les parecerá de lo más correcta:

Opus Dei comunicado sobre El código da Vinci
Deseamos reiterar lo que ya dijimos el pasado 12 de enero: no tenemos ningún deseo de polémica, no habrá ningún boicot ni nada parecido

miércoles, 15 de febrero de 2006
Spero Press


Ofrecemos un comunicado de prensa de la Oficina de Información del Opus Dei en Roma, difundido el 14 de febrero, con motivo de la película 'El código da Vinci'. ______________________________

Durante los últimos días, nos llegan muchas preguntas acerca de la película sobre el Código Da Vinci.

Deseamos reiterar lo que ya dijimos el pasado 12 de enero: no tenemos ningún deseo de polémica, no habrá ningún boicot ni nada parecido.

Seguiremos manejando esta situación con una actitud de transparencia, serenidad y espíritu constructivo.

El Código Da Vinci ofrece una imagen deformada de la Iglesia Católica. La publicidad del libro y de la película representan una buena oportunidad de mostrar la auténtica realidad de la Iglesia.

En la encíclica Deus Caritas est, Benedicto XVI ha señalado que la caridad es un rasgo esencial de la Iglesia: “El amor es el servicio que presta la Iglesia para atender constantemente los sufrimientos y las necesidades, incluso materiales, de los hombres” (n. 20).

En ese sentido, éste puede ser un momento adecuado para dar a conocer la labor de servicio que desarrollan en África los católicos, desde hace muchos siglos; y para sostener el empeño de numerosas instituciones de la Iglesia en ese continente, que sigue siendo una de las grandes emergencias del mundo.

Muchas personas se sienten dolidas por la falta de respeto del Código Da Vinci a las creencias de los cristianos. Nos gustaría invitar a esas personas a manifestar su disconformidad de forma serena y constructiva: dando a conocer alguna iniciativa de educación o de cooperación promovida por los católicos en África; o contribuyendo a su sostenimiento con una pequeña aportación. Nos damos cuenta de que una ayuda de ese tipo es sólo un gesto simbólico, pero tiene también un significado concreto y positivo.

Harambee 2006 presenta cuatro proyectos promovidos por católicos en África, dos de ellos por miembros del Opus Dei. Pero hay muchas otras iniciativas que merecen la colaboración de todos, y no es difícil escoger una.

Informar sobre las actividades de solidaridad de los católicos en África es un modo de lograr que la discusión pública provocada por el Código Da Vinci no se quede en una polémica estéril. Es una forma de conseguir que el debate deje un fruto positivo: un mejor conocimiento de un aspecto esencial de la Iglesia Católica, y una ayuda concreta a personas necesitadas.

Al mismo tiempo, seguimos confiando en la sensibilidad de Sony-Columbia, en su capacidad de reacción constructiva.

Es fácil comprender que no basta dar al ofendido la oportunidad de defenderse, mientras se mantiene la ofensa. Estar a la altura de las circunstancias significa evitar la ofensa, cuando aún posible.

Quedan todavía tres meses para el estreno. Por tanto, mantenemos la esperanza de que no haya, en la edición final de la película, referencias que pueden herir a los católicos. Esa decisión sería un gesto conciliador muy apreciado, precisamente en estos momentos en que todos lamentamos las penosas consecuencias de la intolerancia.

Sony - Columbia está a tiempo de hacer una contribución a la concordia, de gran importancia en el contexto actual: puede demostrar que son compatibles la libertad de expresión y el respeto a las creencias; puede confirmar que el respeto es un acto libre que nace de la sensibilidad, no una consecuencia de la censura ni de las amenazas.

Al tomar una decisión conciliadora, Sony – Columbia haría un gran servicio a la causa del diálogo entre las culturas, y honraría la respetable tradición de esas empresas.
Porque, vamos a ver, si por unas viñetas de nada se monta la que se monta, ¿qué debería montarse ante una obre y posterior película que afirma que Cristo no era Dios, que se lo montaba con María Magdalena y que el trabajo de la Iglesia desde entonces ha sido ocultar esto y que solo la francmasonería lo sabía y por eso era perseguida por la Iglesia? Claro que como no va a salir nadie con solideo a quemar la embajada americana (seguro que eso le pone a ZP, aunque si son católicos...). Si es lo que venimos diciendo, sí a la libertad, y si se ofende a las creencias de alguien al Juzgado y si no es delito, a aguantarse y a no ver la película, que será lo que yo haga, al menos.

Ya lo escribimos la semana pasada en Spero, Occidente debe resistir, pero no sé si estamos dispuestos. ¿O no?

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Resucita una cadena de la juventud, esto es volver a sentirse joven !!! Saludos
Andrés Devesa ha dicho que…
De Monachae Supplicii

De Monachae supplicii

Panfleto por el amor y contra las idolatrías



Una monja es una mujer como otra cualquiera. Si la despojásemos de su hábito encontraríamos las mismas características físicas presentes en el resto del género femenino: dos piernas, dos brazos, dos pies, dos manos, dos pechos, una boca, un cuello, una cintura, un culo y un coño cálido y húmedo como el de cualquier mujer.

Podemos llevar a cabo un experimento consistente en colocar a una monja y cualquier otra mujer –una funcionaria, pongamos como ejemplo- una junta a otra, desnudas sobre una cama, con las piernas abiertas, con su sexo palpitando en espera de lo inevitable. No cabe duda de que seríamos incapaces de discernir cuál es una y cuál es la otra.

Si no hay ninguna diferencia física entre una mujer normal y una monja, ¿qué es lo que las distingue entonces? La diferencia la encontramos en el aspecto psicológico y, especialmente, en el plano moral. Las monjas so seres degenerados que padecen una patología mental que las lleva a odiarse a sí mismas, a la Naturaleza y a Dios.

A sí mismas porque detestan su condición humana, rechazando lo más hermoso que hay en el ser humano: el amor hacia otra persona. Es cierto que las monjas dicen amar a todos los seres humanos, pero mienten descaradamente, porque el único amor posible es ese amor primario, brutal, sexual, que sentimos hacia otra persona, sólo a partir de ese amor sexual se puede llegar a aprender a amar al resto del género humano, sin amor sexual no hay amor fraternal. Por eso una monja no puede llegar a amar a nadie más que a sí misma y a su degenerada idolatría.

A la naturaleza porque odian reconocerse en ella. La naturaleza es ante todo el espacio en el que desarrollar ese amor, por lo tanto esas degeneradas no pueden sino renegar de la naturaleza, despreciando los bellos impulsos naturales que cualquier ser humano, orgulloso de serlo, reconoce, acepta y deja desarrollarse libremente.

A Dios porque le niegan. Niegan a Dios y abrazan a un dios falso. Las monjas consagran su vida a ese ídolo, se casan con él, pero jamás llegan a consumar su matrimonio, porque su dios es un castrado y un cornudo. El verdadero dios es un dios con dos esencias que se complementan, es un dios hermafrodita que necesita de la complementariedad de los iguales distintos. Es el dios del amor, pero del amor salvaje y primario, no de cualquiera de las múltiples degeneraciones que en esta sociedad se hacen pasar por tal. Nuestro dios niega la religión y no admite sacerdotes. Nuestro dios es el dios de la libertad. Nuestro dios es la vida, frente a los falsos dioses del miserabilismo y el desprecio por la humanidad. Nuestro dios es todo y es nada. Nuestro dios somos cada uno de nosotros en tanto que seres humanos dotados de la capacidad de amar y crear belleza.

Nosotros, seres humanos libres, herederos aquellos hombres y mujeres que han luchado desde el comienzo de los tiempos por una humanidad plena, libre y consciente de su ser, afirmamos: La castidad, la devoción, el aislamiento del resto de seres humanos, el sacrificio a cualquier fin que no sea la felicidad humana, la idolatría y el fetichismo mercantilista que reduce al ser humano y la vida al rango de cosas son crímenes contra la humanidad.

El amor, la pasión, la poesía y la fiesta son las fuerzas que guían a la verdadera Humanidad hacia su libertad y su realización como tal. Sustraerse a esas fuerzas es renegar de la condición de ser humano y asumir el papel de homicida. Una Humanidad libre no puede tolerar que existan criminales que atenten contra todo lo que hay de hermoso en la vida.

Por eso, acusamos: monjas, curas, frailes y obispos son peligrosos criminales que han de rectificar o ser juzgados como tales. Renegad de vuestro falso dios, volved la cara a vuestra humanidad y asumidla, abrazad todo lo que de hermoso hay en el mundo, tomad la mano de otra persona, ya sea hombre o mujer, en pareja, en trío o en comuna, no importa el número, no importa la condición, sólo amaos, sólo así amaréis al ser humano, sólo así seréis seres humanos. Lo contrario es el crimen más despreciable que existe. ¡Fornicad o pereced!

Y que nadie se lleve a engaño, sabemos que hay muchos más miserables que toman a otros falsos dioses como auténticos: el dinero, la ciencia, el poder, el espectáculo… A vosotros también os estamos vigilando. Tened cuidado, somos implacables y sabemos odiar tanto como amar…


¡Amor o barbarie!


Firmado: Maese Huvi, Las Bacantes y Les filles perdues d’Lautréamont

http://www.freekipedia.es
Andrés, disculpa pero ¡No entiendo a qué viene esto! Cierto es que escribes bien, pero dices unas cosas un poco raras, vamos que das unos saltos al vacío de aquí no te menees, pero vamos, bien, que dejas tu opinión y... no sé, es como raro...
Un saludo
Miguel Angel

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