Lo primero, felicitar al ganador

Lo primero (lo cortés no quita lo valiente o al revés) es felicitar al partido socialista que ha ganado las elecciones y ha convencido a más ciudadanos de que él será capaz de llevar mejor al país que el Partido Popular. Es la decisión del conjunto de los ciudadanos españoles y eso se acepta sin más. Pensamos que no es lo mejor para el país (por eso hemos votado otra cosa), pero el resultado de la democracia se acepta.

Otra cosa es que ahora haya que cambiar de ideas porque la mayoría de los españoles no las comparta. Algunos seguimos pensando que matrimonio no es cualquier unión entre dos personas, que la vida debe ser defendida desde la concepción hasta la muerte natural, que somos los padres los que debemos educar moralmente a nuestos hijos y no el Estado, que España es una gran nación que tiene dos mil años de historia y que lo de 'nación de naciones' no es más que un invento... Algunos seguimos pensando lo mismo que ayer a las 19:59 horas. Las ideas y principios no se someten a elecciones, aunque a uno le gustaría que fruto del debate y diálogo (nada que ver con los 'orgasmos democráticos') más gente abrazase las ideas de uno, pero la verdad no la define la mayoría, por mucho que voten.

Hoy es el día del análisis, de que los partidos hagan sus 'cuentas', para modficar estrategias (que no ideas) de cara a mejorar o mantener los resultados obtenidos.

Por tanto, en este primer post sobre el resultado electoral, firmeza en las convicciones y felicitaciones al ganador. ¡Otra vez será!