Inglaterra: Escuelas privadas pretenden abandonar el curriculo nacional

Nos lo cuenta Aceprensa y nos parece una muestra más de la rebeldía que la ciudadanía libre está teniendo ante la dictadura de 'lo políticamente correcto'. Las escuelas privadas inglesas estudían abandonar el curriculo nacional por la deriva que éste está tomando. Las denominadas prep schools siempre habían seguido el curriculo nacional (aunque no tienen obligación de hacerlo) para que sus alumnos estuviesen bien preparados para acceder a la secundaria. Pero las últimas reformas del curriculo van en la línea de agendas sociales de grupos de presión, abandonando contenidos básicos: más importanci a ciudadanía, educación sexual, homofobia, lucha contra la obesidad y otros. (¿A qué nos suena?)

Pues bien, las escuelas privadas 'estamos interesados en el conocimiento, el rigor y las habilidades fundamentales. El currículo tiene que ser flexible y adecuado a las necesidades de los chicos, por lo que tenemos que volver a los contenidos', en palabras de Michael Spinney, Presidente de IAPS, que agrupa a la mayoría de estas escuelas.

La imposición de un curriculo único ha sido siempre una imposición de los diferentes estatismos desde comienzos del siglo pasado. De esta manera, poca es la diferencia entre las escuelas provadas y públicas. So capa de una igualdad se ha ido minando a la escuela para imponer la agenda de ciertos lobbys progresistas y una cultura de la políticamente correcto.

El currículo contiene lecciones de ciudadanía, educación sexual. La salud y la seguridad serán lo próximo. Es simplemente disparatado: se quiere utilizar las escuelas para resolver las enfermedades sociales. Eso es exactamente lo que intentan estos lobbys: imponer toda una nueva manera de pensar. Misión que no es de la escuela, cuya misión es instruir y no adoctrinar. Pero los totalitarismos, y no olvidemos que 'lo politicamente correcto' no es más que el rostro actual del comunismo, el fascismo y demás totalitarismos del siglo XX. Así, los padres cuyos niños sean obesos serán 'malos padres', aquellos que no acepten el supuesto derecho al matrimonio de los homosexuales serán 'homófobos' y aquellos que no estén dispuestos a aceptar el relativismo cultural serán 'xenófonos', 'malos ciudadanos'...

Es exactamente lo vivido en el siglo XX: 'contrarrevolucionarios', 'vendidos al imperialismo', 'rojos' o 'fascistas' eran los términos de entonces. ¿No parece que la historia se repite?

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Es penoso lo que esta generación estamos haciendo con nuestros hijos. Lo pagaremos muy caro. Un saludo.

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