La mentira del cambio climático

Ya hemos sufrido varias situaciones de fanatismo científico que nada tienen que ver con la ciencia. Un caso fue el del Dr. Polaino y la discusión sobre la homosexualidad que en 2005 hizo correr ríos de tinta. Lo de menos el descubrimiento de la verdad. Lo de más, afirmar sus propias tesis ideológicas. Así no se puede discutir si la homosexualidad es o no una enfermedad, no se pueden aportar estudios. Son desestimados con calificativos como homófobos, mentirosos.... sin nisiquiera plantear una alternativa.

Del mismo ocurre con el cambio climático. La tesis es que el planeta se está calentando porque el liberalismo es muy malo, aunque hace treinta años se enfriaba, y aunque no tenemos datos de más allá de sesenta años para comparar y hacemos previsiones sobre los próximos cien o doscientos. Esa es la cuestión: con los datos de los últimos treinta años pretendemos hacer previsiones a cien años vista: si todo continúa igual... el planeta arderá, pero no somos capaces de saber el tiempo de mañana... Todo muy científico. Pues bien, hay muchos (pero muchos) investigadores que niegan la mayor: no podemos saber si el calentamiento global se está produciendo y en el caso de que se estuviera produciendo, la acción del hombre es mínima. Y además, el costo en puestos de trabajo, en desarrollo que implicaría el adoptar las medidas que proponen los ecofanáticos supondría volver a situaciones no conocidas desde la Gran depresión del 29. Por tanto proponen evitar acciones histéricas como las que el nuevo sacerdote de esta religión de ecologismo nos propone. Al Gore se ha convertido con su video sobre el cambio climático en un nuevo apóstol de esta enorme mentira que es el cambio climático.

El otro día pasaron por una televisión británica un video sobre esta mentira del cambio climático (si alguien lo tiene o sabe como conseguirlo...) y los científicos que en él participaron han sido amenazados de muerte. Como en el caso del Dr. Polaino, la verdad no importa, no se aportan datos para que la ciencia avance. Son fanáticos como en su día crearon la ciencia revolucionaria (aquella de Lysenko que definía los hechos científicos dependiendo de su dependencia de clase, aplicando el marxismo a todo. Ridiculeces de la izquierda de hoy y de ayer).