Rubalcaba, secretario general del PSOE

La verdad es que, desde fuera, la elección que tenían ante sí los delegados del 38 Congreso del PSOE, era de lo más complicada. Tenían dos opciones: o bien elegir al candidato que les había llevado a la peor derrota de su historia reciente o bien a una persona que encarna lo más inane del último decenio socialista. Era elegir entre Rubalcaba, un siniestro personaje ligado al tardofelipismo que se reconvirtió al zapaterismo militante y Carme (n) Chacón, cuya mejor definición la hizo Rodríguez Ibarra al llamarla zapatero con faldas. No era, pues, una elección fácil, ya que ninguno de ellos parece reunir las necesidades que puede tener un partido como el socialista de abrirse a la sociedad tras las dosis de sectarismo que el anterior secretario general había dispensado por doquier: si a uno le falta capacidad para conectar con la sociedad y atraer a la gente más joven e incluso a la de edad madura que recuerda su trayectoria (Rbc es artífice de los engaños del GAL, responsable de la peor reforma educativa que hemos conocido y vicepresidente de Zapatero), la otra no tiene ni una idea conocida, ni capacidad de dominar (y conocer) el aparato del partido. De hecho los analistas creen que Chacón perdió un congreso que tenía ganado al no saber cómo ganarse a ese aparato que lleva años moviéndose entre bambalinas sin que importe quien sea el secretario general, las luchas por el poder, etc.

Ahí es donde Carme (n) tenía la desventaja: gente como Blanco o Zarrías estaban con Rbc, y han cocinado el Congreso para que el cántabro se lo lleve. ¿Y ahora qué? Pues la guerra continuará, son muchas las heridas que se han quedado abiertas, y lo que es peor, en dos años hay unas primarias para elegir el candidato a la presidencia del Gobierno, dos elecciones en marzo, las europeas por medio, las gallegas y las vascas... o sea, que de aquí al 2013-14 Chacón y su grupo puede rehacerse y doblarle la mano al actual secretario general. Por lo que la guerra interna continuará, las cuchilladas en cada uno de los congresos provinciales serán de aúpa, cada nombramiento se verá en base a facciones... desde luego este congreso no será el de la unidad, sino más bien un punto y seguido. Pero si hubiera ganado Carme (n) tampoco tendríamos la cosa clara, ya que la vieja guardia le haría la vida imposible.

El análisis hay que hacerlo desde la perspectiva de la derrota electoral y el cómo se llegó a ella: el PSOE ha obtenido su peor resultado electoral, ha perdido casi todo el poder territorial, puede perder Andaluciía (lo último que le quedaba) y todo ello habiendo renunciado a los que había sido su discurso radical de izquierda para tener que realizar el plan que le imponían los acreedores a España. De esa manera se quedaba además sin alternativa posible al PP. Y es que sumemos a ello que Zapatero fue implacable durante sus años de mandato con los barones y demás, con lo que no queda quien le suceda fuera de alguien de su propio equipo (Rubalcaba y Chacón fueron destacados ministros)... el cóctel era complicado para los delegados del congreso. Por eso ya digo que la decisión que tenían era complicada. Han elegido a Rbc, pero quizá como un secretario de transición que lleve el partido durante dos años a un cambio de estructura que permita, mientras el PP se desangra en las medidas de austeridad (siempre que no consiga una recuperación económica visible, claro), poner un candidato del aparato que pueda disputar la presidencia. Rbc, pese a que parezca lo contrario, es una apuesta de futuro, para que el PSOE pueda recuperarse en los próximos años. Chacón era, si más, el continuismo del zapaterismo radical, sin ideas, sin nada que aportar a parte de revueltas callejeras (ya hizo en su discurso un llamamiento a ello Carme (n)) y gallitos.

Desde luego va a ser entretenido el panorama de la oposición.

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