Gürtel... ¿y ahora qué?

La podredumbre del sistema es ya patológica. Lo del caso Gürtel simplemente está más organizado, pero es lo mismo que otros casos que ya hemos visto en otros partidos. Es un Filesa (no sabemos si más grande o menos, aún no está definido el montante total) lo que estamos viendo con Gürtel: yo inflo unas facturas, el dinero va parte para el poderoso que da la dádiva y parte al partido (ahí está el tesorero y secretario general -el del día a día- del PP en cada sitio). Corrupción. ¿Qué nos queda? El partido socialista es ruina, es corrupción (ahí están los casos de alcaldes, el vicepresidente y su familión), es liberticida... pero es que la oposición es casi más de lo mismo: ruina en Madrid (socialistas de todos los partidos, uníos!), corrupción en un montón de sitios y liberticida si te sales de la norma marcada por la dirección. El partido ha comenzado a convertirse en la excusa para el trinque y el mangue. Hay sitios como Andalucía donde si no eres del partido no prosperas ni en la vida civil. Hay sitios como Cataluña donde se hacen lista de periodistas 'afectos y desafectos' al régimen nacional-socialista. Vivimos instalados en la corrupción moral e intelectual. Y lo peor es que la oposición en esto no cambia nada con respecto al socialismo en el poder: hará quizá que la ruina sea menor, gestionará mejor los asuntos del día a día, pero la corrupción es similar,. y encima no se hace nada por atajarla. La corrupción de la partitocracia es consustancial al sistema.

Pero, ¿existe al menos un poder judicial que haga de catarsis al sistema podrido que padecemos? No, los partidos lo dominan todo. Tras treinta años de democracia (de algo que vagamente se parece a la democracia), los partidos se han repartido las instituciones por cuotas: dependiendo de los resultados electorales, tantos cargos te corresponden. Así, tienen los tribunales de justicia repartidos, la Fiscalía del Estado, el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas...

El sistema democrático español está en crisis. Esto es mucho peor que la crisis económica. Porque de una crisis económica se sale, con esfuerzo, pero se sale. Pero la crisis del Estado es un cáncer que fagocita el sistema. Y el no tener una alternativa a la vista aún deja la cosa mucho peor. Quizá es que hoy me he levantado pesimista, pero la situación no es como para estar de otra manera. ¿Alguien ve algún político capaz de sacarnos de esta situación? ¿Quizá Aguirre? Pero es que le atizan de mala manera y ¿aguantará? Veremos, pero Rajoy está muerto como alternativa al zapaterismo.

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