Las elecciones en Francia

Francia vota este fin de semana en primera vuelta para elegir al presidente de la República. Tres son básicamente los candidatos con opciones de pasar a la segunda vuelta: Nicolás Sarkozy, Segolène Royale y François Bayrou (quien se ha desinflado en las últimas semanas). Le Pen parece que puede quedar fuera esta vez.

Es mucho lo que Europa se juega en esta elección. Tras el 'felón' Chirac, Francia puede pasar a convertirse junto a Alemania en un firme defensor de los principios que conforman Europa desde su fundación por Schumann y otros: el cristianismo, el derecho romano y el pensamiento griego. Todo ello ha conformado un concepto que llamamos 'Europa' o 'pensamiento occidental'. Coquetear, como hace la izquierda con pulsiones islámicas, laicistas y demás zarandajas hace que la identidad de Europa se pierda. No todo cabe, no todas las culturas son iguales. Nada hay más peligroso para Europa que ese invento del 'multiculturalismo' que se resume en que todas las culturas son mejores que la nuestra y que somos nosotros (que hemos definido cosas tan buenas para la humanidad como los Derechos Humanos, de clara inspiración cristiana) los que debemos ceder en alas de una supuesta 'integración' sin que exista por parte de las otras culturas la más mínima relación de reciprocidad.

Pues bien, quien mejor defiende entre los candidatos a la presidencia francesa esos principios que defendemos aquí es sin lugar a dudas Nicolás Sarkozy. Lo último son unas declaraciones donde en un semanario donde afirma: 'el cristianismo ha visto nacer a nuestra nación', para añadir que el cristianismo ha aportado un 'inmenso legado patrimonial de valores morales, intelectuales y espirituales'. Para los que le acusan de xenófobo y todas estas historias, Sarkozy reconoce el valor de la inmigración, pero siempre dentro de la 'necesidad
de una apertura y recibimiento basado en la protección' que a su juicio ha aportado siempre la Iglesia Católica.

El próximo lunes comentaremos los resultados de esta importante elección, aunque más interesante será la segunda vuelta, donde de verdad saldrá el próximo presidente de
Francia. Elevemos nuestras oraciones para que, por el Francia y Europa, sea Sarkozy y no ese calco de Zapatero pero con faldas que es Segolène quien dirija el país más grande de la Unión Europea.

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