El velo de Pozuelo
Ahora bien, el padre ha indicado un aspecto significativo: 'mientras unas niñas pueden enseñar el tanga o los pechos, mi hija no puede llevar el velo'. Evidentemente ambas cosas deberían estar prohibidas. ¿Por qué? Porque no es lo mismo ir de fiesta que ir a la escuela. Cada atuendo tiene su lugar. Del mismo modo que ir vestido de capuchino (aunque la escuela fuera católica) no parece que sea lo mejor para realizar las actividades escolares. La niña puede llevar su velo hasta la entrada de la escuela si es su deseo, pero una vez dentro, lo lógico es que no se diferencie en nada del resto de compañeros y compañeras. Pero, por respeto al resto de compañeros y profesores, debe también marcarse límites en el atuendo. Eso fue lo que hizo Sarkozy en Francia cuando era ministro del Interior. En España la llamamos 'Ley del velo', pero no era esa su única intención, sino definir, sin llegar al uniforme aunque él era partidario, qué tipo de elementos y atuendos son admisibles en la 'escuela republicana'. Llevar un pequeño crucifijo al cuello, vale, pero, aquí, el tamaño sí importa. Se prohibía la Kipa hebrea, el velo, ciertos atuendos que muestran la ropa interior, etc. Se trataba de dignificar la escuela, que los chicos no fueran distinguibles por signos externos dentro de la escuela. Muchos se quejaron un tiempo, pero es una norma que tiene su sentido, del mismo modo que una niña musulmana tiene que realizar los ejercicios de Educación Física aunque para ello deba ponerse un 'uniforme' que marque curvas o enseñe las piernas. Son las normas y vestimentas propias del país que les acoge que tiene una tradición y unas costumbres determinadas. Del mismo modo que creo que si estoy en Arabia Saudi (vamos, que no me verán por allí) debo mantener unas distancias con las señoras más marcadas que en Europa (aunque no me guste), vestirme del modo del país para acudir a sus actos y eventos, etc. Lo tiene claro el refranero popular: 'allí donde fueres, haz lo que vieres'. Y si no me gusta (como es mi caso en los países islámicos), con no ir, asunto resuelto.
Pero es que además, en el caso del velo, la prohibición tiene más sentido ya que, como decíamos se trata de un símbolo de sumisión al hombre y muchas mujeres lo llevan obligadas por su padre o su pareja. En muchos casos estamos ante una violencia de género (como diría nuestra Aído). No es un tema sencillo, pero no estamos ante un símbolo religioso, sino ante un símbolo de sumisión. Por tanto, no es lo mismo que un crucifijo (que por cierto quieren prohibir), es otra cosa diferente.
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