Buttiglione tiene razón: y si el pederasta se llama Polanski...

El vicepresidente del Parlamento italiano, Rocco Buttiglione, es un hombre sin pelos en la lengua. Y además es católico y lo lleva a gala. La verdad es que todo lo que está sucediendo en lo referido a los casos de pederastia que han ocurrido en la Iglesia Católica es de todo punto surrealista. Es cierto que ha habido casos de pederastia. Es cierto que muchos obispos han actuado mal, llevados por un deseo de no hacer daño a la Iglesia que ha sido aún peor. Es cierto que hay sacerdotes indignos de tener tal condición. Es cierto que a lo mejor se ha reaccionado tarde. Pero también es cierto, como dice Buttiglione, que los números se han magnificado: las cifras de EEUU hacen referencia a los últimos 50 años. Se recogen 4.392 acusaciones contra los curas, de las cuales 958 eran por casos de pederastia, que finalizaron con 54 condenas firmes. «En 50 años, esto supone una condena por pederastia cada año, sobre 109.000 sacerdotes católicos que había en Estados Unidos. Es decir, una condena por cada 2.000 curas, y si estimamos que alguno puede haber no sido condenado, da un pederasta por cada mil curas». Lo que supone que la incidencia de la pederastia en el sacerdocio es «mucho menor que en cualquier otro sector profesional».

Buttiglione cree que se han cogido datos de 50 años para generar alarma social. Porque si los medios realmente quisieran luchar contra la pederastia no habrían defendido a Roman Polanski cuando fue detenido en Suiza por una condena firme que tenía por violación de una menor veinte años antes. Pero ahí salieron todos los que hoy se rasgan las vestiduras por los casos en la Iglesia Católica para defender al cineasta. Lo que de siempre se llamó hipocresía.

Hoy que se cumplen cinco años de la llegada de Benedicto XVI al pontificado es hora de defender a la Iglesia de los ataques que está sufriendo, de no permitir que sigan calumniando de esta manera. Ha habido sacerdotes indignos a los que más les valiera que les ataran una rueda de molino y los echasen al mar. Pero la Iglesia está respondiendo con valentía y poniendo los medios para que nunca más suceda. Esperemos que los medios sean al menos honestos. ¿Y si el pederasta es un progre?

Fuente: Religión en Libertad

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