Y el G-20 nos sigue arruinando
Lo más normal cuando juntas a un montón de políticos de cualquier signo es que encuentren una manera de gastar más dinero que, por supuesto, no saldrá nunca de sus bolsillos sino de los nuestros. Evidentemente, el G-20 no iba a ser menos. Lo de menos ya es que ellos sean en su mayor parte los culpables de la crisis por su intervencionismo y su exceso de legislación (que al final además no se cumple, 'hecha la ley, hecha la trampa') y el gasto desorbitado unido a una corrupción galopante (y ahí tenemos a CCM para probarlo). Ellos van a lo suyo y ejemplos tenemos: después del G-20 se montan el 'sarao' inútil, ese pagado por los españoles, de la Alianza de Civilizaciones que se ha reducido a las fotos de rigor, al aburrimiento, a lugares comunes y poco más.
Pero ahora hablamos de la reunión del G-20. Los mercados la han recibido bien. Claro que no nos extraña. Han acordado darles miles de millones a todos los banqueros manirrotos, repartir nuestro dinero entre los países más corruptos del planeta para que se lo lleven a esos paraísos fiscales que dicen perseguir (son países como Argentina, Venezuela y tal)... como para no alegrarse.
Todas estas medidas van a ser a medio y largo plazo un desastre para la economía mundial. Porque la única salida será subir impuestos para financiar la deuda. Esos impuestos deberán ir contra las clases activas de la población: empresas y trabajadores. Eso hará que las empresas tengan menos beneficios y por tanto no puedan contratar. Los trabajadores tendrán menos renta disponible y caerá el consumo. Eso o bien proceder a liquidar lo que quede del Estado del Bienestar.
La única solución pasa por dejar actuar a las leyes del mercado: las empresas poco viables e ineficaces deberán desaparecer, los productos que el mercado ya no demanda desaparecerán también y los sectores deberán reconvertirse hacia nuevos caminos. Empeñarse en mantener sectores infructuosos, bancos ruinosos, etc. sólo hará que nos gastemos dinero para que quiebre al final. Y si no,al tiempo.
¿Y qué decir de la legislación común para el sistema financiero? Se tratará de crear nuevas estructuras funcionariales, nuevas corruptelas, y más gasto. Hablar del mercado y de que se rija por las leyes de éste y el código penal parece demasiado, ¿verdad?
Pero ahora hablamos de la reunión del G-20. Los mercados la han recibido bien. Claro que no nos extraña. Han acordado darles miles de millones a todos los banqueros manirrotos, repartir nuestro dinero entre los países más corruptos del planeta para que se lo lleven a esos paraísos fiscales que dicen perseguir (son países como Argentina, Venezuela y tal)... como para no alegrarse.
Todas estas medidas van a ser a medio y largo plazo un desastre para la economía mundial. Porque la única salida será subir impuestos para financiar la deuda. Esos impuestos deberán ir contra las clases activas de la población: empresas y trabajadores. Eso hará que las empresas tengan menos beneficios y por tanto no puedan contratar. Los trabajadores tendrán menos renta disponible y caerá el consumo. Eso o bien proceder a liquidar lo que quede del Estado del Bienestar.
La única solución pasa por dejar actuar a las leyes del mercado: las empresas poco viables e ineficaces deberán desaparecer, los productos que el mercado ya no demanda desaparecerán también y los sectores deberán reconvertirse hacia nuevos caminos. Empeñarse en mantener sectores infructuosos, bancos ruinosos, etc. sólo hará que nos gastemos dinero para que quiebre al final. Y si no,al tiempo.
¿Y qué decir de la legislación común para el sistema financiero? Se tratará de crear nuevas estructuras funcionariales, nuevas corruptelas, y más gasto. Hablar del mercado y de que se rija por las leyes de éste y el código penal parece demasiado, ¿verdad?
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