Aborto y atacar a la Iglesia, las prioridades de ZP

¿Qué hay más de cuatro millones de parados? ¿Qué la deuda sube como la espuma? ¿Qué el tejido productivo español es inexistente? ¿Qué peligran las mejoras sociales de los españoles ganadas durante treinta años de democracia? ¿Y qué? ¿Qué le importa al aprendiz de brujo que habita y mora en  La Moncloa? Su objetivo está en el cambio de la sociedad, hacer ingeniería social. Sólo así se explica que en la reunión mantenida con su grupo parlamentario les haya hecho saber los objetivos para el 2009. ¿Salir de la crisis? ¿Buscar en entendimiento con otras fuerzas políticas para dotar a España de las herramientas que proporcionen prosperidad en los años futuros? ¿Realizar las reformas legales que nos acerquen a ser un país más cohesionado y libre? NO. Las prioridades del PSOE para el año 2009 son aprobar dos leyes: el aborto libre y la ley de libertad (sic) religiosa. Básicamente asesinar niños en el seno de su madre e imponer el proyecto masónico de limitación de la influencia de la Iglesia en la educación y en la labor asistencial al modelo ya periclitado de la II República (de la que hoy celebramos el infausto aniversario).

En la anterior legislatura sus objetivos estuvieron centrados en dos puntos: pseudo-matrimonio gay y Educación para la ciudadanía, amén de realizar un cambio de régimen mediante la negociación con ETA y la aprobación del Estatuto de Cataluña. Esos objetivos fueron en parte un éxito: ahí está la disolución de la institución familiar en el magma de uniones de cualquier tipo que es hoy el matrimonio en el código civil, una asignatura cuya gran aportación es enseñar a colocar un preservativo (Pepiño dixit). En esta legislatura pretende seguir socavando la familia mediante la liberalización y conversión en un derecho del asesinato del niño dentro del seno de su madre, admitiendo que una menor pueda abortar sin el consentimiento de sus padres o que se sigan forrando los morines de turno a costa de la sangre de inocentes. Y es que esa es realmente su prioridad. Nada le importa más que destruir la tradición judeo-crsitiana de España. Nada más le parece importante. ¿Qué va a construir después? Como buen masón, nada. Lo importante es destruir, crear individuos desestructurados, alejados de una familia que les apoye, uncidos al yugo totalitario del estado. Ese es el futuro para el que ZP pone en marcha a su partido: las prioridades son muerte de inocentes y falta de libertad religiosa. ¿Apasionante, verdad?

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