La dimision de Conthe

En un Estado de Derecho 'normal', la figura del presidente de la Bolsa (quien debe velar porque los inversores respeten las reglas del juego) es totalmente independiente de los vaivenes políticos. Su misión no es contentar a este u otro grupo de presión, sea político, mediatico o, lo que puede ser mas usual, económico. Debe velar para que las diversas operaciones económicas no perjudiquen a los pequeños accionistas, para que se respeten las normas de transparencia necesarias en la gestión de las empresas que cotizan en el 'parqué'... pero no hacer de 'broker' de tal o cual grupo.

Y al parecer es esto último lo que el Gobierno del marido de Sonsoles quería de Conthe: que se plegara sin rechistar a las oscuras operaciones que, con la labor de 'mamporrero' a cargo de ZP y Prodi (ese 'nuevo socialismo' tan corrupto como antaño), tejían Enel y los Entrecanales (tan píos ellos). Y aunque Conthe ya había tragado con el 'timo de los papelitos' de La Caixa, dejar pasar esto hubiese rayado en el tipo penal de la prevaricación.

Y Conthe ha dimitido. Y el PSOE no deja que se explique. Por algo será.

El socialismo es, desde su fundación, una doctrina totalitaria. Su intención es abarcar la sociedad entera, y eso lo hace mediante impuestos, regulaciones, prohibiciones... cualquier cosa antes que la libertad de los individuos. Por eso no entiende las reglas del mercado, no entiende que hay lugares donde no cabe el Estado, que existe una cosa que es fabulosa y que se llama separación de poderes... simplemente no lo entienden. Y no podrán entenderlo. Socialismo y libertad son como el agua y el aceite: no se mezclan.