Uso fraudulento de la Fiscalía

La Fiscalía General es una institución necesaria en una sociedad como la nuestra. Es el garante de la legalidad en los procesos. Por esa función, equidistante entre la acusación particular y la defensa, suele coincidir en sus dictámenes con lo que finalmente decretan los tribunales. Está previsto que lo elija el Consejo de Ministros, pero su labor es independiente (o debería serlo). En muchos casos la Ley le otorga la responsabilidad de perseguir el delito de oficio, aunque nadie denuncie: es el garante de la legalidad, por tanto. Allí donde se ha podido cometer un delito, allí debe aparecer la Fiscalía para defender al ciudadano (funcionarios son al fin y al cabo).

Hemos vivido desde el comienzo de la democracia un uso partidista de esa figura que es Fiscal General del Estado. Cierto es que es en los gobiernos socialistas cuando eso se nota más, donde desaparece hasta el aspecto de imparcialidad. Elecciones claramente fraudulentas como la de Eligio Hernández ('El pollo del Pinar'), quien no tenía los mínimos para ser Fiscal General y que finalmente fue destituido por el Supremo. El Fiscal General Moscoso pedía la libertad para policías acusados de terrorismo como Amedo y Domínguez. Pero el marido de Sonsoles se supera en el mismo día. El 30 de abril de 2007 quedará en los anales de la infamia de la Fiscalía General (sumándose a otras decisiones de Cándido como pedir la libertad para un asesino de 25 personas, retirar la acusación por enaltecimiento del terrorismo a Otegui...): en el mismo día, el Fiscal General del Estado, cumpliendo con los tiempos que le marca ETA y para que el 'proceso de rendición' del marido de Sonsoles no se vaya al traste, afirma que 'el proceso de ilegalización de la Ley de Partidos es excesivamente lento para obtener de la sala del 61 una decisión con tiempo de impedirles participar en las elecciones'. Por tanto, ANV estará en las elecciones, y ETA volverá a tener dinero e información para cometer atentados. ETA volverá a hacer su discurso asesino en los ayuntamientos, de donde habíamos conseguido echarles los demócratas. Tiene que venir un 'rojo', enemigo de la libertad siempre, para que de nuevo el totalitarismo marxista y asesino vuelva a las instituciones. Cuando decíamos muchos que Zp cedería y que finalmente ETA estaría en las elecciones, se nos tachaba de alarmistas, sembradores de crispación... pero, por desgracia teníamos razón. Infamia: 'el proceso de ilegalización de la Ley de Partidos es excesivamente lento para obtener de la sala del 61 una decisión con tiempo de impedirles participar en las elecciones'.

Pero Cándido no descansa en su servicio al Gobierno. Después de perseguir, detener y 'entrullar' (que diría el jefe de prensa de mi alcalde) a cualquier dirigente del PP que hubiese olvidado el ticket de la hora, pagar el IBI u otra corrupción de ese calibre. Más de 100 alcaldes socialistas andaluces están encausados e investigados por los tribunales: ni uno sólo ha sido detenido, salvo los del PP. La semana pasada aparece un caso en Ibiza que implica a Blanco, el 'corruto', en el pago de comisiones. Y, oh casualidad, hoy el Fiscal dice que 'he dado instrucciones a los fiscales para que actúen con la máxima prudencia. Se han recibido un gran número de denuncias y muchas de ellas podrían estar condicionadas por razones políticas. Por tanto, hasta después de las elecciones, salvo en los supuestos en los que se puedan archivar el asunto, la Fiscalía no formulará nuevas acusaciones para evitar influir en el proceso electoral'. Releed lo que dice, que es que no tiene desperdicio. Ahora, cuando el PSOE a nivel central tiene la merdé hasta el cuello, ahora, no se va a influir en el proceso electoral.

Decían los clásicos que corruptio optimus, pesima. La corrupción de lo que es bueno (el garante de la legalidad) produce los peores males... Cándido.