Venezuela-España, caminos paralelos
Hugo Chavez acaba de autoproclamarse poder judicial, legislativo y ejecutivo. De facto, cualquier vestigio de democracia ha desparecido con el 'gorila rojo'. José Luis Rodríguez Zapatero acaba de decidir de qué se puede discutir en el Parlamento y de qué no. Sus acólitos en el País Vasco rechazan una moción de la oposición tachándola de 'debate artificial' (sic). El parlamentarismo (esa cosa que despreciaban los marxistas -rojos como el marido el Sonsoles- como 'democracia burguesa') ha muerto. España es hoy como Venezuela.
Y esto que puede parecer imposible, es literalmente así. La decisión del PSOE y sus acólitos de proscribir el debate sobre terrorismo a 'foros discretos' fuera del conocimiento de la 'ciudadanía' convierte a España en una democracia virtual en la que la decisión de la oposición comienza por ser silenciada para acabar siendo perseguida. Como Venezuela, como Cuba. El hombre que iba a hacer del Parlamento el centro de la vida política se niega a debatir. Como ha dicho esta mañana Luis Herrero, este señor nos ha tomado a todos por 'gilipollas' que no nos enteramos de nada y que estamos aquí para decir amén. Una democracia se basa en el control del parlamento, opinión pública y de los ciudadanos en general.
Lo que ocurre es que la izquierda no ha sido nunca democrática, ha sido siempre al modelo estalinista, al modelo que hoy representan el coma-andante y el gorila venezolano. Un modelo en el que sobra la mitad de un país. Como dicen los exiliados cubanos: ¡Revolución o muerte, valga la redundancia!. Eso es hoy ZP, un peligro para España y para la libertad. González era un golfo, pero no un traidor.
Y esto que puede parecer imposible, es literalmente así. La decisión del PSOE y sus acólitos de proscribir el debate sobre terrorismo a 'foros discretos' fuera del conocimiento de la 'ciudadanía' convierte a España en una democracia virtual en la que la decisión de la oposición comienza por ser silenciada para acabar siendo perseguida. Como Venezuela, como Cuba. El hombre que iba a hacer del Parlamento el centro de la vida política se niega a debatir. Como ha dicho esta mañana Luis Herrero, este señor nos ha tomado a todos por 'gilipollas' que no nos enteramos de nada y que estamos aquí para decir amén. Una democracia se basa en el control del parlamento, opinión pública y de los ciudadanos en general.
Lo que ocurre es que la izquierda no ha sido nunca democrática, ha sido siempre al modelo estalinista, al modelo que hoy representan el coma-andante y el gorila venezolano. Un modelo en el que sobra la mitad de un país. Como dicen los exiliados cubanos: ¡Revolución o muerte, valga la redundancia!. Eso es hoy ZP, un peligro para España y para la libertad. González era un golfo, pero no un traidor.
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