Resumiendo unos días... (y II)
Continuamos pues. Hay otras noticias que merecen comentario. Pues ahí va:
La decisión de la Audiencia Nacional de comenzar a investigar el 11-M debe estar dando unos apuros en los lares e Freddy, el Químico. Porque claro, a Rubalcaba lo eligieron ministro para arreglar el apaño con la ETA y para evitar que se sepa la verdad del 11-M y la forma vergonzante de llegar al poder del PRISOE, y Freddy debe estar haciéndose mayor, porque ha sido un fracaso constante. Ahora va el juez Gómez Bermúdez (¡con razón querían poner ahí a Garzón!) y empieza a pedir saber lo que explotó en los trenes (No, Olga, no fue 'Goma 2 Eco y ¡vale ya!', no sabemos nada), a revisar las declaraciones de los policías (van a tener que rehacer la cúplula entera y como llamen a alguno que está por el extranjero, ese ni vuelve, se hace prófugo... ¿verdad Dezcállar?). En fin que puede ser que tardemos, pero al final tendremos la verdad. Que no lo duden: 'nada hay oculto que no llegue a saberse'.
El domingo se presentó uno de esos 'reality shows' ciertamente peligrosos. Y digo peligrosos porque transmiten una amoralidad clarísma: para obtener el premio vale, literalmente, todo. mentir, seducir, engañar, inventarte una vida. Todo para lograr un premio de un millón de euros que deberá ser entregado sólo a uno de los concursantes. Los demás deben elegir a uno de forma unánime. Transmitir a los jóvenes, a la sociedad en general que para obtener un premio no basta ya con ser inteligente (programas como 'el tiempo es oro' u otros de inteligencia tenían unos premios 'ridículos' para personas que demostraban su valía semana tras semana), o con tener gran desvergüenza (cuanto más 'carne' se enseñe mejor, al estilo 'Gran Hermano'), sino que ahora vale ya todo. Y si lo vale en los concursos, ¿por qué no en la vida real? ¿Qué importa que yo me invente una vida o engañe para lograr la fama (=dinero en los salsasrosas de turno) y vivir 'del cuento'. Perder la referencia moral es de lo peor que puede pasarle a una sociedad. Claro, luego ocurrirá que un político miente una y otra vez y no pasa nada, en el fondo, si miente para lograr el premio (la victoria en el 'reality' de la política), le damos el premio de forma 'unanimous'.
La última que quería comentar es otra de aberraciones varias: una señora de 67 años acaba de dar a luz dos gemelos. Pero es que cuando cuentan la noticia, es peor: la señora se acababa de jubilar y como se aburría y no había sido madre, puede decidió que a ella lo que más ilusión le hacía era ser madre. Y se fue a EEUU a una clínica de esas donde la moral debe brillar por su ausencia y le mostraron un catálogo donde eligió los 'sementales' para 'sus' hijos: un chico rubio y una chica de buen ver. Los ¿científicos? (más bien doctores Frankesteins) hicieron la fecundación en un laboratorio y después le implantaron los embriones en su útero, debidamente 'chutado' de hormonas para que lo pasado y pellejo luciera lozano. Y he aquí que estas pobres criaturas pasan a tener una madre que bien podría ser más abuela que madre y que si no medía un pacto con el diablo (y puede que ni por esas) les dejará huérfanos antes de que acaben el bachillerato. Pero no sólo eso, sino es que los niños sufriaran el tener que explicar que la señora que viene a recogerles al colegio no es su abuelita, sino 'mamá'. Todo porque una señora se ha encaprichado con ser madre porque una vez jubilada se aburre. Cuando se debía no, ahora que tengo más tiempo. Pues si se aburre, que se compre un perrito, pero que no destroce la vida a dos pobres niños... Pero claro, en la sociedad del 'me apetece', 'mi cuerpo es mío', 'es que no me realizo'... pensar en los demás, es casi revolucionario.
Como veis, la decadencia del Imperio Romano fue una broma al lado del declive moral de un occidente que ha perdido sus raíces... así se atreven los del turbante... si es que no sabemos ni lo qué somos...
La decisión de la Audiencia Nacional de comenzar a investigar el 11-M debe estar dando unos apuros en los lares e Freddy, el Químico. Porque claro, a Rubalcaba lo eligieron ministro para arreglar el apaño con la ETA y para evitar que se sepa la verdad del 11-M y la forma vergonzante de llegar al poder del PRISOE, y Freddy debe estar haciéndose mayor, porque ha sido un fracaso constante. Ahora va el juez Gómez Bermúdez (¡con razón querían poner ahí a Garzón!) y empieza a pedir saber lo que explotó en los trenes (No, Olga, no fue 'Goma 2 Eco y ¡vale ya!', no sabemos nada), a revisar las declaraciones de los policías (van a tener que rehacer la cúplula entera y como llamen a alguno que está por el extranjero, ese ni vuelve, se hace prófugo... ¿verdad Dezcállar?). En fin que puede ser que tardemos, pero al final tendremos la verdad. Que no lo duden: 'nada hay oculto que no llegue a saberse'.
El domingo se presentó uno de esos 'reality shows' ciertamente peligrosos. Y digo peligrosos porque transmiten una amoralidad clarísma: para obtener el premio vale, literalmente, todo. mentir, seducir, engañar, inventarte una vida. Todo para lograr un premio de un millón de euros que deberá ser entregado sólo a uno de los concursantes. Los demás deben elegir a uno de forma unánime. Transmitir a los jóvenes, a la sociedad en general que para obtener un premio no basta ya con ser inteligente (programas como 'el tiempo es oro' u otros de inteligencia tenían unos premios 'ridículos' para personas que demostraban su valía semana tras semana), o con tener gran desvergüenza (cuanto más 'carne' se enseñe mejor, al estilo 'Gran Hermano'), sino que ahora vale ya todo. Y si lo vale en los concursos, ¿por qué no en la vida real? ¿Qué importa que yo me invente una vida o engañe para lograr la fama (=dinero en los salsasrosas de turno) y vivir 'del cuento'. Perder la referencia moral es de lo peor que puede pasarle a una sociedad. Claro, luego ocurrirá que un político miente una y otra vez y no pasa nada, en el fondo, si miente para lograr el premio (la victoria en el 'reality' de la política), le damos el premio de forma 'unanimous'.
La última que quería comentar es otra de aberraciones varias: una señora de 67 años acaba de dar a luz dos gemelos. Pero es que cuando cuentan la noticia, es peor: la señora se acababa de jubilar y como se aburría y no había sido madre, puede decidió que a ella lo que más ilusión le hacía era ser madre. Y se fue a EEUU a una clínica de esas donde la moral debe brillar por su ausencia y le mostraron un catálogo donde eligió los 'sementales' para 'sus' hijos: un chico rubio y una chica de buen ver. Los ¿científicos? (más bien doctores Frankesteins) hicieron la fecundación en un laboratorio y después le implantaron los embriones en su útero, debidamente 'chutado' de hormonas para que lo pasado y pellejo luciera lozano. Y he aquí que estas pobres criaturas pasan a tener una madre que bien podría ser más abuela que madre y que si no medía un pacto con el diablo (y puede que ni por esas) les dejará huérfanos antes de que acaben el bachillerato. Pero no sólo eso, sino es que los niños sufriaran el tener que explicar que la señora que viene a recogerles al colegio no es su abuelita, sino 'mamá'. Todo porque una señora se ha encaprichado con ser madre porque una vez jubilada se aburre. Cuando se debía no, ahora que tengo más tiempo. Pues si se aburre, que se compre un perrito, pero que no destroce la vida a dos pobres niños... Pero claro, en la sociedad del 'me apetece', 'mi cuerpo es mío', 'es que no me realizo'... pensar en los demás, es casi revolucionario.
Como veis, la decadencia del Imperio Romano fue una broma al lado del declive moral de un occidente que ha perdido sus raíces... así se atreven los del turbante... si es que no sabemos ni lo qué somos...
Comentarios