¡Qué paren que nos bajamos!

Este país está en ruina. Vale, me diréis, eso ya lo sabemos, llevas meses diciéndolo. Pero no me refiero a la ruina económica. Esa la doy por amortizada. Ahora me refiero a la ruina moral e intelectual de nuestra clase política. En los últimos días nos han dado todo un recital. Tres hechos, acontecimientos o sucesos nos lo demuestran.

El primero fue la cantidad de tonterías, idioteces y maldades que se han dicho con referencia al problema del Sáhara. Comenzó nuestro recien estrenado ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, afirmando que la entrada de personas en un territorio (en este caso el Sáhara) formaba 'parte del núcleo duro de la soberanía de un país', dando de esta manera (y aunque rectifique, queda en el Diario de Sesiones que un ministro de España lo hizo) la soberanía de este territorio ocupado ilegalmente (¿qué diferencia hay entre esto y la guerra de Irak?) a la potencia ocupante, Marruecos. Vino a arreglarlo la 'ministrini' y Rubalcaba (si te descuidas te la clava, en palabras de sus propios compañeros), dando la razón a Marruecos con argumentos tan peregrinos como que no tenemos datos suficientes (claro, Trini, no dejan entrar a los periodistas, por eso no tenemos información fidedigna. Pero mientras tanto, vosotros adorando al sultán), dando por buenas las explicaciones de un tipo condenado por genocidio... O sea, todo muy edificante y glorioso para la otrora gran hación española.

La segunda fue, hace unos días, unas declaraciones (que ayer tuvieron su continuación en la ausencia durante el debate sobre ¡¡el paro!!) de Mariano Rajoy aconsejando a los ciudadanos ver Teledeporte, porque '¿cómo se queda uno más agusto y feliz, cuando se ve Teledeporte o según qué servicios informativos?' Todo ello, después de decir que como Cospedal ya había hablado 'de las cosas importantes', pues él, como su paisano, 'no se mete en política'. Y este es el que quiere ser la alternativa a Zapatero. Don Mariano, ¿qué hacemos ante el paro, la crisis con Marruecos, la deuda galopante? ¿Nos sentamos delante de la tele y nos deleitamos con la Vuelta o con el Barça-Madrid (por cierto, ni ahí se moja, apuesta por un empate)? Esta situación no es de recibo, señor Rajoy, España merece que usted se centre en lo que tenemos entre manos, que usted trabaje muy seriamente para sacar a nuestro país de esta postración, no que se dedique, como un adolescente, al fútbol y a ver Teledeporte.

Y claro, el panorama, estando así el Gobierno y la oposición 'nacionales', ¿qué nos podemos encontrar en las 'taifas autonómicas'? Pues aquí, sexo del duro. El candidato Montilla produce orgasmos al depositar el voto en la urna. Ciudatans desnuda a toda la sociedad para cambiar las cosas (debe ser vestuario al menos). El partido de Laporta contrata a una profesional (Laporta siempre apostando por la calidad), María Lapiedra que se dedica a la cosa del porno. Montse Nebrera, apoyada por los satélites eclesiásticos, emite un video de sonidos orgásmicos y aparece sólo con una toalla. Y el PP lo arregla con un videojuego de Alicia Croft que mata inmigrantes con bombillas... ¿Y a quien vota uno? Es que es deprimente, es que no hay nivel intelectual en los políticos...

Simplemente comparemos lo que se ha hundido intelectualemente España en estos 30 años. De Suárez, Calvo-Sotelo, Castellano, Fraga, González, Tierno Galván o el mismo Aznar, hemos pasado a Zapatero, Pajín, Llamazares,Nacho Uruarte, Aido o Salgado. En estas condiciones, la depresión continúa. O cambia el mismo sistema o no tenemos nada que hacer. ¿Dónde pedimos asilo?

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