¿Hacia un Gobierno de concentración?
Ya lo anunció Duran i Lleida el otro día en el debate sobre el tijeretazo de Zapatero: 'su etapa está amortizada'. Las encuestas de este fin de semana en varios medios lo confirman (El Mundo, La Razón y La Vanguardia): la diferencia entre el PP y el PSOE ronda los 9 ó 10 puntos de ventaja, mayor que la que Aznar le sacó a Almunia en el 2000. El descalabro y desprestigio del presidente es tal que hoy ya se anunciaba que cinco comunidades autónomas podrían cambiar de signo político (Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Baleares y Extremadura), y el PP podría arrebatar al año siguiente Andalucía al PSOE. Los barones socialistas (y con ellos los diversos mandos intermedios del partido) podrían perder el poder arrastrados por su líder. El País, otrora portavoz del sentir sociata, ya comienza a barruntar la posibilidad de cambiar al líder para evitar ese descarrilamiento y la pérdida del poder.
Los guardianes de ZP (De la Vega, Salgado, Pajín y Blanco) han salido raudos en defensa del presidente y de su proyecto desde el viernes (tras la amarga victoria en el Congreso). El malestar en PSOE es evidente: Zapatero no tiene capacidad para salir de esta, el PP sabe que el presidente está tocado y va a insistir en ese flanco hasta que lo tumbe. Pero en el PP son conscientes de que las reformas que nos exigen desde Europa y el FMI (no olvidemos que desde el 7 de mayo la economía española está intervenida) son imprescindibles y que tendrán un coste electoral. Algunos ya proponen una solución de compromiso: técnicos de uno y otro partido que formen un Gobierno de concentración que en el plazo de un año ponga en marcha las reformas antes de llegar a las elecciones. Ya se barajan nombres (Solana, Almunia...) Desde luego, el fin de la era Zapatero fue el jueves 27 de mayo de 2010. Ahora queda que el zombie que preside el gobierno no alargue más la agonía. De él depende.
Los guardianes de ZP (De la Vega, Salgado, Pajín y Blanco) han salido raudos en defensa del presidente y de su proyecto desde el viernes (tras la amarga victoria en el Congreso). El malestar en PSOE es evidente: Zapatero no tiene capacidad para salir de esta, el PP sabe que el presidente está tocado y va a insistir en ese flanco hasta que lo tumbe. Pero en el PP son conscientes de que las reformas que nos exigen desde Europa y el FMI (no olvidemos que desde el 7 de mayo la economía española está intervenida) son imprescindibles y que tendrán un coste electoral. Algunos ya proponen una solución de compromiso: técnicos de uno y otro partido que formen un Gobierno de concentración que en el plazo de un año ponga en marcha las reformas antes de llegar a las elecciones. Ya se barajan nombres (Solana, Almunia...) Desde luego, el fin de la era Zapatero fue el jueves 27 de mayo de 2010. Ahora queda que el zombie que preside el gobierno no alargue más la agonía. De él depende.
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