¡Están locos estos americanos!

Parafraseando a Asterix de los geniales Uderzo y Gosciny, y como tenemos nuevo imperio titulo este post. Y es que la noticia de que podría construirse una mezquita a dos calles de la Zona Cero (Ground Zero), es para pensar que la locura se ha adueñado de Occidente. Concretamente el lugar elegido por la American Society for Muslim Advancement sería el que en su día albergó la Burlington Coat Factory. Se trata de una torre de trece pisos que tras el atentado brutal sobre las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 quedó muy dañada. El proyecto puede consultarse en la página web del 'Proyecto Córdoba'. Ya el nombre evoca un mítico islámico: el califato perdido que es considerado por los musulmanes como el comienzo de su decadencia y el terreno a conquistar como Dar-al-islam (tierra de los creyentes). Lo primero que hay que tener claro es que una mezquita no es el equivalente a las iglesias cristianas como muchos progres parecen hacernos creer, de forma que daría igual construir una mezquita que una catedral (aparte de las diferencias entre una religión que no tiene estructura jerárquica como es el Islam y por tanto falta de un interlocutor y las iglesias cristianas que tienen de una u otra forma una jerarquía reconocible). Una mezquita es el lugar donde se reúne la comunidad para ocuparse de todo lo que tiene que ver con ella: la oración, pero también las cuestiones sociales, culturales y políticas. Todas las decisiones de la comunidad tienen que ser tomadas en esta sede: querer limitarla a un lugar de oración supone, pues, hacer violencia a la tradición musulmana […] Las revoluciones y los levantamientos populares han partido, en muchas ocasiones, de las mezquitas[Samir Khalil Samir en Cien preguntas sobre el Islam] En Wikipedia se indica que la mezquita sirve de centro educativo, de recolección de datos censales para el voto, centro de información para el apoyo a los más diversos grupos en Oriente Medio, etc. No es, por tanto, un centro únicamente religioso, aunque también.

Pero si no fuera poco este hecho para prevenir sobre la conveniencia de construir un centro musulmán (llamémosle mezquita o de otra manera) de más de trece plantas en el centro del corazón financiero de los Estados Unidos, se junta la burla, insulto a la memoria (así lo han definido ya varios blogs en internet y aquellos que más se oponen a ello) que supone que la sombra de ese edificio caiga sobre el lugar miles de personas murieron en nombre de esa ideología. Sería como construir un centro nazi en Auswitch o un monumento a Stalin en Katyn: un sarcasmo sino fuera trágico. Scott Rachelson, orientador familiar a las familias que sufrieron el atentado ha dicho: es el peor lugar donde construir una mezquita. En EEUU nadie niega el derecho que asiste a los musulmanes a construir una mezquita (siempre que respeten los principios constitucionales y la ley), pero elegir la Zona Cero no parece muy afortunado.

Pero el problema no es que los musulmanes quieran construir una mezquita en ese lugar sagrado (donde miles de americanos y de otras nacionalidades dieron su vida por la libertad). Lo peor es que las autoridades políticas (como aquí las españolas con la mezquita-catedral de Córdoba) se rindan ante una ideología que no descarta la violencia para obtener sus fines (matadlos allí donde los encontréis. Matadlos hasta que la idolatría no exista y esté en su lugar la religión de Alá). Como Chamberlain en los años treinta, como las potencias occidentales ante Hitler y Stalin, se rinden sin plantar batalla. Podemos decir como Churchill: Queréis paz sin honra y no tendréis ni paz ni honra. ¿No comprenden que cuanto más cedan más elevan el listón de sus exigencias los violentos? El alcalde de Nueva York (el judío Bloomberg -¡esa manía de 'matar al padre' avergonzándose de sus orígenes) se ha mostrado favorable a la construcción. Con estos y presidentes como Obama que atacan a su aliado Israel que es dique ante el islamismo que si no fuera por los israelíes tendríamos en nuestras calles con su violencia y odio, pero, con gente así, dentro de poco nuestras mujeres llevarán jiyab y, si nos dejan vivir, pagaremos el impuesto de los dimnies. Y si no al tiempo: Ave Obama, los que van a morir te saludan. Aunque a lo mejor aún quedan unos 'irreductibles galos' que dicen aquello de ¿Qué tal Barack?

Fuente: InfoCatólica y Libertad Digital

Comentarios

Javier ha dicho que…
Me parece una provocación de quien lo propone o proyecta y, si al final se construye, una falta de respeto.
Pero tranquilo que ya vendrá algún iluminado que lo venderá como un gesto por la conciliación.

Un saludo

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