El deudor

Un hombre tenía diversas deudas en su haber: en la panadería debía el pan del último mes, en la carnicería llevaba dos meses sin aportar un euro a la enorme cuenta. ¿Qué decir del bar de la esquina? El dueño había ya puesto el cartel de 'Hoy no se fía, mañana sí'. En el colegio de los niños le habían ya llamado al orden porque las actividades extraescolares y el comedor llevaba meses sin pagarse... Nuestro hombre se había quedado sin trabajo tras quebrar la empresa en la que trabajó durante años: nadie quería hoy esos productos añejos. Nuestro hombre, llamémosle Z, había ganado mucho dinero en aquellos tiempos. Viajaba, comía en sitios caros, los mejores hoteles, de cañas y tapas un día sí y otro también. Los colegios de los niños, los más caros, que se viera en el barrio lo que había prosperado. Cambió de casa, el barrio donde nació ya era poca cosa para Z...

Pero todo terminó y ahora Z tenía que sobrevivir con los 420 euros que le daba el Ministerio de Trabajo. Era poco, pero Z no había ahorrado ni un euro cuando las cosas iban bien. Lo había gastado todo. Pero es que Z además no cambió su ritmo de vida. Sus amigos, sus familiares, su misma esposa le dijo que no podían seguir así, que seguir comprando jamón de pata negra con los ingresos de la familia era una locura. Pero Z no escuchaba a nadie. No podía aceptar que los tiempos de bonanza se habían terminado. Para Z es como si nada hubiera cambiado: seguía yendo a jugar al club de campo, presumiendo de que en poco tiempo sería más rico que ninguno de los que le rodeaban; vestía trajes caros y fumaba el tabaco más caro...

Pero Z tiene ahora problemas: el otro día en la panadería ya no le dieron el pan al chico cuando fue a por él. El panadero le dijo que si no venía su padre con dinero, se acabó el pan... en la carnicería la señora de Z tuvo el mismo problema. Cuando fue al bar el camarero no le sirvió el café. En el club de campo le han negado la entrada... Z está desesperado, no entiende como los que antes le fiaban, hoy no quieren ni verle. S y M, los directores del banco, le han explicado que el problema es que no es de fiar: 'Z, es que no te enmiendas. Muchos han tenido que hacer recortes cuando han llegado a tu situación, y los comerciantes saben que, tarde o temprano, saldrá de esta, pero tú no pareces tener remedio, y tu situación da mucho miedo'. Z no entendía nada: '¿Por qué? Seguro que la situación cambia y dentro de poco volveré a ser el de antes. Es sólo cuestión de tiempo y de que me sigáis prestando dinero'. 'Ese es el problema, Z. Si no cambias, si no haces lo que te decimos, pero sin rechistar, no habrá ni un euro, nadie te prestará, tus hijos terminarán en los servicios sociales y tu mujer te dejará... Tienes que hacer lo que te decimos para que podamos creer en tí', sentenció S. 'Es así de simple', concluyó M.

Y ahí está Z, recortando hasta de lo necesario: sus hijos han cambiado de colegio, el pan es ahora el de oferta y la carne ha dejado de ser cordero para pasarse al pollo... Pero a Z le cuesta desprenderse de algunas cosas, pese a que su familia le insiste: el club de campo es un lujo que ya no se puede permitir, y qué decir de las vacaciones en la playa... Pero Z es un manirroto y cree que dejarán de quererle si cambia, si hace lo que debe. El problema de Z es que es un poco inmaduro...

Quizá con la insistencia de M y S consiga salir adelante... pero Z ya no es dueño de sí mismo...

Ahora, como los discípulos a Cristo: Magister, edissere nobis parabolam.

Comentarios

Javier ha dicho que…
Heredamos una sociedad Hormiga y la hemos convertido en una sociedad Cigarra.
Lo del señor Z es una coincidencia, no?

Muy bueno
Claro, claro, pura coincidencia. Como le pasaba a Kafka con su personaje K. ¿Quienes son M y S? Se admiten apuestas...
Anónimo ha dicho que…
Estimado Miguel Angel, la entrada es muy buena. Me ha encantado. M y S?? Tengo mi hipótesis, pero seguro que usted lo revela y prefiero esperar. No soy muy bueno para estas cosas.

Saludos.
MJDU ha dicho que…
http://mjduvive.blogspot.com/2010/05/cambiemos-el-mundo.html

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