Usque tandem abutere patientia nostra, Zapatero?
Desde el franquismo, ningún presidente había hecho recortes en los llamados 'derechos sociales'. Todos habían ido mejorando lo existente, en cuanto a paro, pensiones, sanidad, dependencia.... El mismo ZP había intentado en sus primeros años seguir haciendo esto. Pero la única manera de hacerlo es mantener las cuentas saneadas. No se puede aumentar el gasto social si no hay de dónde. Y ese ha sido el problema de ZP: se ha gastado demasiado en demasiadas cosas. Cierto que parte de la crisis no es responsabilidad suya, aunque una vez estalla, es su responsabilidad el poner lo medios para pararla, hacer recortes en cosas superfluas a ver si de esta manera paraba la sangría. No lo hizo, no lo ha hecho y hoy tiene que meter la mano en la caja de los ancianos, recortar sueldos (ojo, no congelarlos, bajarlos!)... Ese es el drama del presidente hoy: pasará a la historia como el presidente que, por primera vez, bajo los sueldos a los funcionarios. Pasará a la historia como el presidente que llevó a España a la ruina y la intervención extranjera sin que medie una guerra. Ni siquiera los países aliados tras la salida de la II Guerra Mundial fueron tan supervisados como vamos serlo nosotros. El plan Sarkozy es más duro que el plan Marshall, y nos obligará a más recortes aún.
Pero eso es en el plano económico. En el político, ¿qué salida es ahora la correcta? ¿Qué camino sería el más democrático? El señor Rodríguez Zapatero ganó unas elecciones en 2008 afirmando que no había crisis, que pronto superaríamos a Italia y Francia en renta, que jamás se produciría lo que anteayer sucedió. Ese fue su programa, eso fue lo que los españoles votamos en marzo de 2008. Ese fue su discurso de investidura que la cámara aprobó con mayoría simple. Las cosas han cambiado y donde ayer dijo una cosa, hoy se ve obligado a cambiar. De acuerdo, aceptemos que no nos engañó, que simplemente fue un torpe en materia económica, un optimista insensato... aunque cueste creerlo. Pero aún siendo esto así, como bien ha indicado Rosa Díez, la única salida honesta es preguntarle a los españoles qué soluciones entre las que se presenten son las más aceptables. Como cualquier presidente de una empresa, si la cosa se pone mal, pone su cargo a disposición de los accionistas. Y aquí los accionistas somos los españoles. La solución más honesta, más democrática, más coherente sería preguntar a los españoles, convocando elecciones anticipadas. Puede ser que Zapatero piense que esto sería peor, que provocaría durante dos meses (creo que son 56 días como mínimo) una especie de vacío de poder, aunque sea extraño, ya que la política económica se hace en París y Berlín y no en Madrid, y Zapatero ya pinta poco en esto: o hace el ajuste o quiebra. Y por tanto son otros los que mandan en la economía española.
Pero si Zapatero pensara que la convocatoria electoral sería peor, siempre puede someter su cargo a una moción de confianza. La cámara le dio la confianza con un programa y hoy ha cambiado. Parece lógico que hoy pida de nuevo la confianza... y si fracasa, que otro ocupe su lugar...
¿No serían estas salidas más democráticas? Pues parece que el inquilino de la Moncloa se enroca... usque tandem abutere patientia nostra, Zapatero?
Pero eso es en el plano económico. En el político, ¿qué salida es ahora la correcta? ¿Qué camino sería el más democrático? El señor Rodríguez Zapatero ganó unas elecciones en 2008 afirmando que no había crisis, que pronto superaríamos a Italia y Francia en renta, que jamás se produciría lo que anteayer sucedió. Ese fue su programa, eso fue lo que los españoles votamos en marzo de 2008. Ese fue su discurso de investidura que la cámara aprobó con mayoría simple. Las cosas han cambiado y donde ayer dijo una cosa, hoy se ve obligado a cambiar. De acuerdo, aceptemos que no nos engañó, que simplemente fue un torpe en materia económica, un optimista insensato... aunque cueste creerlo. Pero aún siendo esto así, como bien ha indicado Rosa Díez, la única salida honesta es preguntarle a los españoles qué soluciones entre las que se presenten son las más aceptables. Como cualquier presidente de una empresa, si la cosa se pone mal, pone su cargo a disposición de los accionistas. Y aquí los accionistas somos los españoles. La solución más honesta, más democrática, más coherente sería preguntar a los españoles, convocando elecciones anticipadas. Puede ser que Zapatero piense que esto sería peor, que provocaría durante dos meses (creo que son 56 días como mínimo) una especie de vacío de poder, aunque sea extraño, ya que la política económica se hace en París y Berlín y no en Madrid, y Zapatero ya pinta poco en esto: o hace el ajuste o quiebra. Y por tanto son otros los que mandan en la economía española.
Pero si Zapatero pensara que la convocatoria electoral sería peor, siempre puede someter su cargo a una moción de confianza. La cámara le dio la confianza con un programa y hoy ha cambiado. Parece lógico que hoy pida de nuevo la confianza... y si fracasa, que otro ocupe su lugar...
¿No serían estas salidas más democráticas? Pues parece que el inquilino de la Moncloa se enroca... usque tandem abutere patientia nostra, Zapatero?
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Saludos.