'Dad al César lo que es del César', aclara Benedicto XVI

Su Santidad el Papa Benedicto XVI lo ha dejado claro en sus primeras palabras en suelo turco: las religiones "no deben pretender ejercitar directamente el poder político" y los líderes religiosos deben "renunciar absolutamente a justificar el recurso a la violencia como expresión legítima de la práctica religiosa". Exactamente lo mismo que dijo en Ratisbona y que reiteró en su encuentro aclaratorio a los embajadores musulmanes. Una separación entre Iglesia y poder político que permita a cada uno "ser autónomo en su propio ámbito, respetándose siempre entre ambos".

Ya lo hemos escrito en algunos artículos sobre la cuestión islámica: la diferencia fundamental es que Cristo no pretendió nunca ser líder políico y ese ha sido el criterio general de la Iglesia (con las excepciones propias de uan organización que aunque fundada por Dios tiene a hombres en su seno) a lo largo de su historia. Hay multitud de ocasiones donde el Evangelio lo expresa. Quizá la más evidente es aquella donde dice ante la pregunta de si es lícito dar tributo al César: 'Cogiendo una moneda les preguntó: ¿De quien es esta efigie y esta inscripción? Del César, Maestro, respondieron. Pues entonces, les dijo, dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios'. Más claro es difícil. Pero hay otros lugares. Cuando Pilatos le pregunta a Jesús: 'Luego, ¿tú eres rey? Tú lo dices, soy rey, pero mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo habría mandado a mis legiones de ángeles para que no cayera en manos de los judíos, pero mi reino no es de aquí'. En otras ocasiones 'lo buscaban para hacerle rey, pero él se les escabulló yendo al monte a orar'. Jesús no quiso 'imponerse' sobre los corazones, sino 'proponerse' como un mendigo a la puerta de nuestro corazón: 'Mirad que estoy a la puerta y llamo, no endurezcais vuestros corazones'.

Y para que el reino de Cristo pueda extenderse en necesario que el hombre sea libre, Dios quiere hijos y no esclavos (¡qué lejos la concepción del creyente sumiso que tiene el Islam!). El Papa lo ha vuelto a expresar en Turquía, país donde formalmente hay libertad religiosa (aunque la realidad islámica lo niegue, y eso lo sabe el Papa y toda Europa), en su primera
intervención: "Es responsabilidad de las autoridades civiles de cada país democrático garantizar la libertad efectiva de todos los creyentes y permitirles organizar libremente la vida de sus propias comunidades religiosas".

El Papa también ha llamado al diálogo interreligioso, mucho más útil que esa estupidez de las 'civilizaciones': "Estamos llamados a actuar juntos para ayudar a la sociedad a abrirse a lo trascendente, reconociendo a Dios en el puesto que tiene que tener", que ha delimitado arriba con la separación de la Iglesia y el Estado y en multitud de discursos y que coincide con la visión de un estado liberal clásico. En fin, un discurso para enmarcar.

No es el lugar para comentar otras cuestiones como las 'bolas' del islamista Erdogan afirmando que el Papa apoya la entra de Turquía en la UE: es evidente que Benedicto XVI no ha podido decir eso: primero porque iría en contra lo que acaba de predicar de separación entre la Iglesia y el Estado y además porque sería absurdo que alguien que no es miembro de un club apoye la entrada de otro que tampoco en miembro. Vamos que es un poco absurdo, aunque viniendo de uno de los promotores de esa mentira de la Alianza de Civilizaciones...

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