El espía cañí

La situación que se está viviendo con los presuntos espionajes de los espías de Granados (aunque no se sabe nada de que sea Granados) a Ignacio González, De Prada y Cobo, y la lucha por el control de Cajamadrid, está siendo de lo más interesante, aunque tiene estos tintes de chapuza al modelo hispano. Lo primero es que un diario como El País se dedica a publicar rumores, presuntas intenciones de alguien... Hoy, incluso Periodista Digital afirma que quien anda detrás es Rubalcaba y su ministro para poder atacar a Esperanza. Esto coincide en el tiempo con la lucha entre Esperanza Aguirre y Ruiz Gallardón por el control de Cajamadrid en el cambio de consejeros y de presidente.

Esta mañana, se ha dado una explicación de los hechos relativamente plausible: Rajoy se va a pegar un batacazo electoral en alguno o algunos de los procesos en marcha. Esto provocará una crisis en el PP y ahí se juntan dos personas muy válidas para sustituir al gallego: Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón. No olvidemos que ahora mismo son los lideres del PP que tiene más poder real y más gancho mediático. Una pasa por ser una liberal convencida, mientras el otro es el modelo de derecha clásica (estatista e intervencionista). Por eso, cuando algunos hablan de que unan sus fuerzas, es bastante complicado, ya que políticamente no tienen nada que ver. Si algo tiene a su favor Alberto Ruiz Gallardón para optar a la presidencia del Gobierno es que ahí por donde ha pasado ha sacado fama de gestor, de constructor de grandes obras (el Metro, la M-30, etc.). Esa es la presentación que de él hacen sus defensores. Aguirre en cambio sería más política, una liberal en lo político y en lo económico.

Con el trasfondo de esa lucha larga y larvada en el seno del primer partido de la oposición y alternativa al zapaterismo, llega la renovación de cargos en Cajamadrid (obligada por la ley de cajas y por la ley que la CAM -quizá con vistas al control y para quitarle peso al ayuntamiento- había aprobado, con el apoyo del PSOE). La deuda del ayuntamiento de Madrid tras las grandes obras, fastos varios, palacios nuevos, candidaturas olímpicas, asesores de toda índole es de más de 1.200 millones de euros. La idea del consistorio madrileño sería emitir deuda pública de forma que pueda financiar las obras realizadas y las por realizar. Según las informaciones, el ministerio de Hacienda ya habría denegado ese permiso al ayuntamiento de Madrid, poniendo a los pies de los caballos y en graves apuros económicos al equipo de Gallardón. La fama de buen gestor, de benefactor del ayuntamiento se vería así perjudicada, ganando enteros en esa carrera la presidenta de Madrid, con una deuda desde luego mucho más aseada. Gallardón, por tanto, para poder seguir en la lucha con garantías, necesita dinero, y mucho dinero. Si no puede emitir deuda, necesita quien se lo preste. Y ahí entraría Cajamadrid (siempre las cajas pueden sacar a un político de un apuro y ahí está Andalucía y Cataluña para probarlo), pero para eso es necesario que se mantenga Blesa y el control del ayuntamiento sea todavía fuerte.

Gallardón necesitaría el dinero de Cajamadrid y minar la posición de Aguirre y de los suyos. Y para eso siempre sirve El País (quien tiene a Gallardón de candidato favorito para la derecha): unos presuntos espionajes de un equipo del segundo de Esperanza a Prada (quien salió del equipo de Gobierno de la Comunidad por su apoyo a Rajoy -quien lo recolocó en el partido de forma inmediata), Cobo e Ignacio González harían que la posición de Aguirre se viera minada dentro del partido. El País no ha aportado ninguna prueba de quiénes realizaron esos espionajes, cómo se pagaron y por quién. No hay ni un papel que el diario de PRISA haya presentado para afirmar que la trama sale de la Comunidad de Madrid. Lo de hoy de El País es de traca, como podéis ver debajo.



Gallardón, apoyando a sus capos, se ha puesto inmediatamente de parte de PRISA y contra la Comunidad, afirmando que es el Gobierno regional quien está detrás de todo... Y Aguirre le reta a probarlo. Apasionante momento político.

Y Nicolás Redondo comentaba que quien peor lo tiene en esto es Rajoy, ya que deberá dirimir entre dos gallos importantes en el partido y que no tiene quien le haga el trabajo sucio, como sí tenía González o Aznar en su época o tiene el mismo Zapatero. Gallardón y Aguirre son 'mucha pólvora para la mecha Cospedal'. Por tanto, será él quien tenga. finalmente, que tomar partido y eso le desgastará.

Estamos ante una situación grave, que de lo que ha aparecido no se puede inferir que sea la Comunidad quien lo haya montado (ni una prueba ha aportado El País), pero que es a por quien van PRISA, Gallardón y el PSOE, con Cajamadrid, de fondo, es evidente.

Seguiremos en ello.

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