Váyase, señor Rodríguez

Una frase similar a esta se hizo ya famosa en los años noventa cuando el entonces líder de la oposición subía a la tribuna de oradores para enfrentarse al entonces presidente González. La situación a comienzos de los años 90 era insostenible: tasas de paro del 24 por ciento, deuda exterior insoportable, gasto público desorbitado y corrupción, mucha corrupción y mentiras, mentiras diarias. Hoy, de nuevo un Gobierno socialista nos lleva a la miseria. El ministro de economía es el mismo, el ministro del Interior, el que era portavoz entonces. Cambia el señor presidente: antes era González, hoy es Rodríguez. El grado de incompetencia de todos ellos es similar. La ruina para España.

Cuando votamos en marzo de este año, las previsiones de recesión ya eran claras (Pizarro las anunció y fue calificado de catastrofista. Hoy sería un optimista. Es mucho peor de lo que dijo), pero el Gobierno las negó. Eran mentiras repetidas una y otra vez. Un gran engaño. Acudimos a votar creyendo que esta legislatura será la del pleno empleo. Y será la del pleno paro. España estaba, según Rodríguez, en la Champions League de la economía. Hoy hemos bajado a segunda división (Standard & Poor's nos considera poco fiables). Los que negaban la crisis, hoy reconocen que es enorme el agujero. Nos engañaron, votamos en medio de una gran mentira. El señor Solbes reconoce que no hay margen para hacer nada. Confiamos en que la coyuntura internacional nos alivie. Ni eso, ya se editorializa sobre que España será una rémora para el euro. Somos comparables hoy a Letonia, hace unos años nos codeábamos por desbancar a Francia.

Si esta es la situación, porque no sube el señor Rajoy a la tribuna a gritar: ¡¡Váyase, señor Rodríguez!! ¿Para cuándo una moción de censura? Aunque la pierda. Nunca un Gobierno mereció más censura que éste. Aporte sus soluciones en una sesión del Parlamento. Todo el país verá si puede ser presidente.

Hay que decirles la verdad a los españoles: como Churchill, 'sangre, sudor y lágrimas'. Eso es lo que tenemos por delante. Aunque también dijo el genial inglés aquello de 'lo que este país necesita son más políticos desempleados'. ¡¡Qué razón tenía!!