El ensañamiento terapéutico


Hannah Jones es un niña inglesa con una grave enfermedad que le impide tener una vida normal. Se trata de cardiomiopatía, una dolencia que hace que el músculo del corazón se inflame y en ocasiones falle. Hannah ya había pasado por un duro tratamiento de quimioterapia que permitió curarse de una grave leucemia. Si esta operación de trasplante fuera a curarla, Hannah estaría dispuesta a someterse a esa operación, pero no lo hará y además hay un altísimo riesgo de morir en la operación. ¿Qué ha pedido Hannah? Algo tan simple como que no se ensañen los médicos con ella. No la van a curar, ya que además del riesgo que corre debe seguir medicándose para que no produzca rechazo y entonces esa medicación puede hacer aflorar de nuevo la leucemia. Un caso de lo más complejo.

Aunque algunos medios han querido hablar de eutanasia en este caso, nada más alejado de la realidad. Estamos ante un caso de evitar un ensañamiento terapéutico. La eutanasia supone un acto activo (o pasivo) para procurar la muerte de un paciente. No es el caso. Aquí no se trata del caso de Sampedro (por poner el más emblemático) sino de evitar que los médicos sigan torturando a una pobre niña con muy pocas posibilidades de éxito. Hannah lleva toda la vida de hospital en hospital, y no ha logrado mejorar, de hecho las esperanzas que le dan es recuperar una enfermedad que ya había superado, volver a la quimioterapia, etc. En muchas ocasiones los médicos deben ser capaces de reconocer que no pueden curar todo, que la vida sigue su curso, que los medios a emplear sean proporcionales a la dignidad de la persona y con los fines a lograr.

Este caso tiene muchas connotaciones que es preciso analizar despacio, pero no es un caso de eutanasia como los demagogos de la cultura de la muerte pretenden hacernos creer. Estamos más cerca de evitar un ensañamiento en la persona de una niña que ya ha aceptado su realidad, su enfermedad y que quiere pasar los años o meses que Dios le dé con los suyos, rodeada de amor... lo que podríamos llamar 'una muerte digna', que no tiene nada que ver con mantener la vida a toda costa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El primer ministro australiano y la inmigración

Más sobre la memoria histórica: Madrid de corte a checa

Bruselas, última parada?