EEUU rechaza el pseudo-matrimonio gay

El mismo día en que los americanos elegían presidente, en algunos estados se hacían referenda sobre la posibilidad de introducir una enmienda a la Constitución del estado que definiera matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, rechazando de esta manera el pseudo matrimonio homosexual. Esta propuesta ha salido en varios estados donde la mayoría ha sido demócrata, lo que demuestra que esta no es una cuestión de partido, sino prepolítica y de carácter legal y ético. La progre California ha rechazado que la unión entre dos personas del mismo sexo sea denominada matrimonio. Arkansas también lo ha rechazado... y así varios.

Las palabras sirven para definir la realidad. Los lingüistas hacen una distinción entre significante (lo que se dice) y el significado (lo que ese realidad representa). Es una convención que ambos interlocutores se refieren al mismo significado cuando hacer referencia a un significante. De otra manera, es imposible entenderse. Si cuando yo digo amanecer me refiero a la puesta de sol y cuando digo noche quiero referirme al día, lo único que provocaré es el caos. Las realidades diferentes o nuevas deben tener sus términos que las designen. La unión entre personas del mismo sexo puede ser legítima entre adultos, pero ni es ni puede equipararse al matrimonio que es y cumple una función social (la creación de núcleos familiares, la generación de nuevos miembros a la sociedad, el cuidado de estos y después de los ancianos en una labor asistencial impagable...) diferente de la simple compañía o amistad, aunque sea con 'derecho a roce'.

Esto lo tienen claro los americanos y así lo entienden también sus políticos ya que ninguno de ellos llevaba en su programa a la Casa Blanca el modificar la definición de matrimonio. Pero aquí vamos a enseñar democracia incluso a los americanos...

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