La 'tensión' y los 'casos aislados'

España se encamina hacia la dictadura nazional-socialista. Los diversos grupos de camisas pardas y comités de la revolución que pueblan nuestra geografía (en Cataluña, Galicia, Madrid...) se dedican a amedrentar a la población que no comulga con la 'nueva religión' que Z nos trae. Como bien ha dicho el sumo sacerdote de esta nueva forma de control totalitario, el inefable Z, 'nos conviene que haya tensión'. Y los jóvenes revolucionarios secundan las directrices de ^ (signo que nuestros artistas subvencionados han destacado ya).

La semana pasada un grupo de radicales 'tensionaba' la situación en Santiago intentando agredir a María San Gil y profiriendo gritos de '¡ETA mátala!'. Ayer, Dolors Nadal era agredida y saboteada su conferencia en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Hoy ha sido Rosa Díez la que ha sido recibida al grito de 'fascista' en la Universidad Complutense. Las tres agresiones en la Universidad, antes cuna del pensamiento y el debate intelectual, hoy pasto de una panda energúmenos y de funcionarios burócratas que 'pastan' en el presupuesto nacional o autonómico. Pensamiento, poquito; sectarismo izquierdista, todo.

La izquierda en el poder mantiene que se trata de 'casos aislados'. Pero la lista de agresiones a las sedes y militantes del Partido Popular, Ciutadans o, ahora, UPD es larga. Desde el Prestige en el 2002, pasando por la campaña infame y mentirosa de la 'guerra de Irak', el 11 al 14-M (donde Rato fue agredido en Barcelona), las balas a Albert Rivera, la lista es larga, muy larga. Todo es fruto de una política que se basa en el odio al que piensa diferente. No se trata de confrontar ideas (¿qué ideas va a confrontar Blanco o Carod Rovira?), sino de expulsar a los que piensan diferente. No se trata de construir una democracia al estilo británico o francés, se trata de una democracia popular al modelo cubano o iraní.

Lo que ocurre es que no nos callarán. El poder de la verdad y de la palabra es mucho más fuerte que sus pistolas y sus amenazas. El fracaso del nazismo (que algunos locos étnicos proponen) o del comunismo (esos que se definen como 'rojos') debería hacerles recordar que el hombre fue 'creado iguales, que su Creador los ha dotado de ciertos Derechos inalienables, que entre ellos se encuentran la Vida, la Libertad y la Búsqueda de la Felicidad' (Declaración de independencia de los EEUU). Y ellos tendrán la fuerza, pero nosotros tenemos la Razón.

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