Mas viene a sacarnos más
Es un contínuo déjà vu: un nacionalista catalán acude a La Moncloa y sale de allí con más dinero para Cataluña a cambio de eso que llaman gobernabilidad que no es otra cosa que los votos que CiU (o PNV) tiene en el Congreso de los diputados y que servirán para apoyar al PSOE. En este caso, cuando España vive una crisis que la tiene al borde de la quiebra, ese apoyo lo pagamos todos. España acaba de comprometerse a no elevar su gasto, vamos a recortar todo tipo de prestaciones sociales, nos elevarán los impuestos... ¿para qué? ¿para que abran una embajadita en Perpignan? ¿para qué sigan incumpliendo las sentencias del Supremo que les obliga a permitir la educación en español?
Pero es que el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, había prohibido a Murcia y Castilla-La Mancha emitir deuda tras superar los niveles de endeudamiento, había prohibido al Ayuntamiento de Madrid refinanciar su deuda. Todo eso era perfecto: poner coto al gasto desorbitado de las administraciones... hasta que llegó Mas y nos pidió más. Ahora, todos los españoles pagaremos los caprichitos de estaditos de la señorita Pepis del nacionalismo catalán. Nunca me ha gustado que se diga que es mejor que se vayan y se independicen ya, pero ya empieza a ser cargante que cada dos por tres vengan a Madrit a sacar la pasta, se gasten más de lo que tienen que vendrá después el resto de España a pagar al factura. Esto no puede continuar así, no sólo porque es un agravio comparativo con el resto de comunidades que se ven obligadas a hacer los deberes fiscales, sino porque sólo la deuda catalana pone en riesgo a España y con ello al euro en su conjunto. Si Zapatero no está dispuesto a hacer lo que debe y cumplir sus funciones constitucionales, pues que vengan de Europa a obligarnos: será más duro, pero al menos saldremos antes de la crisis a la que este inútil (y los bandoleros autonómicos) nos están llevando.
Pero es que el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, había prohibido a Murcia y Castilla-La Mancha emitir deuda tras superar los niveles de endeudamiento, había prohibido al Ayuntamiento de Madrid refinanciar su deuda. Todo eso era perfecto: poner coto al gasto desorbitado de las administraciones... hasta que llegó Mas y nos pidió más. Ahora, todos los españoles pagaremos los caprichitos de estaditos de la señorita Pepis del nacionalismo catalán. Nunca me ha gustado que se diga que es mejor que se vayan y se independicen ya, pero ya empieza a ser cargante que cada dos por tres vengan a Madrit a sacar la pasta, se gasten más de lo que tienen que vendrá después el resto de España a pagar al factura. Esto no puede continuar así, no sólo porque es un agravio comparativo con el resto de comunidades que se ven obligadas a hacer los deberes fiscales, sino porque sólo la deuda catalana pone en riesgo a España y con ello al euro en su conjunto. Si Zapatero no está dispuesto a hacer lo que debe y cumplir sus funciones constitucionales, pues que vengan de Europa a obligarnos: será más duro, pero al menos saldremos antes de la crisis a la que este inútil (y los bandoleros autonómicos) nos están llevando.
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