Gran artículo sobre la 'cultura de la muerte'

Lo hemos cogido de aquí, y entresaco algunos párrafos muy interesantes:

Si uno tiene el derecho a morir, entonces es que el Estado tiene el deber de matar. Matar a sus propios ciudadanos. Y por tanto a establecer las medidas institucionales, legales y técnicas para acabar con la vida de los suyos.

Hablar de “muerte digna” es, en el mejor de los casos, equívoco, y en el peor, una manipulación. La muerte es la negación de la vida; en cuanto tal, ni es digna ni deja de serlo. Por el contrario, toda vida humana es igualmente digna, se encuentre en la situación en que se encuentre. Algo que los apóstoles del suicidio asistido niegan sin inmutarse, condenando a quien no puede o no quiere aceptar el suicidio, a la categoría de enfermo “indigno”.

En nombre de la libertad para elegir, lo que se está haciendo es imponer una determinada visión del bien, del mal, del hombre y de la muerte.

Lo políticamente correcto aplicado a la eutanasia está sustituyendo juicios profesionales, hurtando a los médicos deberes, derechos y responsabilidades hacia el paciente. Cada vez más, sus decisiones vienen impuestas por protocolos de bioética, por reglamentos pretendidamente legales y por la moral de la muerte que Gobierno y medios de comunicación extienden por la sociedad. Su libertad está cada vez más cuestionada.


La apoteosis de la muerte se abre paso, a golpe de propaganda masiva, en las conciencias de los pacientes españoles.

Bajo unos fantasmales derechos, bajo una supuesta defensa de la calidad de vida o la dignidad, el Estado se impone a médicos y pacientes dictándoles a los primeros cuándo y cómo deben matar, y a los segundos cuándo y cómo deben morir. Hoy en día, la propaganda sobre el tema está enturbiando gravemente los juicios y argumentaciones de médicos y pacientes, empujándoles hacia la creencia de que la muerte es mejor que la vida, y de que ésta debe quedar en manos del Estado. Al médico se le convertirá en un simple ejecutor; al ciudadano, se le ubicará en el punto de mira de la morfina, el potasio y los sedantes. Todo ello bajo el manto del silencio de la tolerancia y el progreso.

¿Existe una alternativa a la cultura para la muerte? Sin duda. Los médicos dedicados a los cuidados paliativos denuncian la falta de recursos, el poco número de unidades dedicadas a ayudar a los enfermos a vivir más fácilmente sus últimos momentos.


El artículo publicado en GEES es francamente interesante. La realidad de una cultura de la muerte que pretende hacernos creer que morir es mucho mejor que vivir, que la vida no merece la pena... se está abriendo paso. Se presenta a aquel que decide 'quitarse de en medio' como un héroe, cuando siempre ha sido visto como todo lo contrario: aceptar la vida, sus dificultades y dolores ha sido siempre muestra de valentía... hoy no.

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